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La pelota se mancha en Qatar

Que nadie diga que el Mundial es sólo fútbol

A pesar de las restricciones que se endurecieron apenas comenzado el Mundial -en relación al alcohol y la exhibición de los colores LGBTIQ+-, la política se mete entre arcos y pelotas. El partido Irán-Estados Unidos con su metanarrativa geopolítica, los pedidos de liberación de Palestina, el ex jugador italiano que cruzó la cancha con una bandera a favor de la paz en Ucrania -aunque el mundo entero sólo vio un arcoiris- y el borramiento de las tribunas en la transmisión China para que nadie vea que se puede vivir sin barbijo y en multitud. Las protestas vuelan tanto como los goles y la ansiedad por seguir disputando la copa.

Una mujer de hijab blanco llora emocionada en el primer partido de Irán, cuando los jugadores no cantaron el himno.
Una mujer de hijab blanco llora emocionada en el primer partido de Irán, cuando los jugadores no cantaron el himno.