Un iraní fue asesinado a tiros por las fuerzas de seguridad por celebrar la eliminación de su país ante Estados Unidos en el Mundial Qatar 2022, denunciaron este miércoles grupos de derechos humanos.

Irán fue eliminado del torneo en Qatar este martes, después de perder 1 a 0 ante la selección de Estados Unidos, lo cual generó distintas reacciones entre partidarios y detractores del régimen iraní.

Mehran Samak, de 27 años, fue asesinado a tiros por tocar la bocina en Bandar Anzali, una ciudad en la costa del Mar Caspio, al noroeste de Teherán. Samak "fue un objetivo deliberado y le dispararon a la cabeza las fuerzas de seguridad (...) tras la derrota de la selección nacional contra Estados Unidos", expresó la organización Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.

En tanto, el Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), con sede en Nueva York, también informó que las fuerzas de seguridad lo habían asesinado por celebrar la derrota y publicó un video de su funeral en Teherán este miércoles en el que se podía escuchar a la gente gritando "¡Muerte al dictador!".

Amigo del jugador iraní Saeid Ezatolahi

El mediocampista de la selección iraní Saeid Ezatolahi, que jugó contra Estados Unidos y es de la ciudad donde se produjo el asesinato de Samak, aseguró que lo conocía y publicó una foto de los dos en el mismo equipo de fútbol cuando eran adolescentes.

"Tras la derrota amarga de la pasada noche, la noticia de tu muerte incendió mi corazón", afirmó Ezatolahi en un mensaje en Instagram, en que se refirió a Samak como un "compañero de infancia".

"Llegará un día en que las máscaras caerán y se descubrirá la verdad. No es lo que nuestros jóvenes merecen, esto no es lo que nuestra nación merece", añadió el futbolista en la red social.

Irán es escenario de protestas desencadenadas por la muerte, el 16 de septiembre, de Mahsa Amini, una kurda iraní detenida tres días antes por la policía de la moral, supuestamente por violar el código de vestimenta del país que exige el uso del velo en público.

Al menos 448 personas, entre ellas 60 menores de edad, murieron por la represión de las fuerzas de seguridad, según un balance del IHR.

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