En Territorio Coraje, la vida de Juana Azurduy es la referencia donde cifrar las luchas de muchas otras mujeres, porque nadie pelea sola y porque toda acción provoca muchas otras. El unipersonal que dirige Cielo Pignatta, a partir de la dramaturgia y actuación de María Victoria Franchi, despide el año con una única función, hoy a las 21 en Teatro Empleados de Comercio (Corrientes 450).

“Comenzó en medio de la pandemia, investigando con Berta Wexler, historiadora rosarina que trabajó durante muchos años sobre la vida de Juana Azurduy. A partir de esa investigación comenzamos a trabajar en el espacio, para que María (Franchi) escribiera la obra. El proceso de trabajo fue desde marzo hasta octubre, cuando estrenamos en La Vigil, lugar donde hicimos el proceso creativo. Fueron dos funciones, una allí y otra en el marco de Teatro por la Identidad, en el 45 Aniversario de las Abuelas de Plaza de Mayo. Con esta última función en Empleados de Comercio cerramos el año”, explica Cielo Pignatta a Rosario/12.

-Fueron solo dos funciones, pero ¿cómo resultó el contacto con el público?

-Con estas primeras funciones la intención está en dar inicio al nuevo proceso, como sucede con una obra cuando empieza a andar. Es ahora cuando la obra se va afirmando y genera cambios, según lo que suceda con la recepción. Siempre decimos que las primeas 15 o 20 funciones son como la segunda etapa del proceso creativo, cuando la obra se afianza. La idea desde La Comedia de Hacer Arte, y también con este estreno, realizado con una persona que no es del grupo, es que sean espectáculos que duren años, porque son una fuente laboral para nosotres. En estas dos funciones, lo que podemos decir es que se logró el impacto que necesitamos, no sólo a nivel histórico, sino también porque se juega mucho con la comicidad. Fue una prueba de fuego, ya que no buscamos algo histórico ni didáctico sino algo más sensorial, que transmita cómo esta mujer luchó, para que toda mujer se pueda identificar con ella y en sus luchas más cotidianas. Hubo mucha emoción de parte del público y eso sorprende gratamente.

Sobre la puesta en escena y el lugar que Juana Azurduy ocupa en el texto, Pignatta agrega que “vamos contando sobre otras mujeres a lo largo de la vida de Juana Azurduy, desde que ella nace hasta que muere. Juana fue una luchadora también gracias a otras mujeres luchadoras y los movimientos que hubo, no fue una heroína única ni un prócer de esos que están allá arriba. La idea del espectáculo es dar a entender que fue un ser humano que tuvo la oportunidad y la fortaleza de poder luchar por un objetivo, y creemos que eso es accesible para cualquier persona. Paralelamente, a través de una periodista, se cuenta sobre otras mujeres que tenían su propia lucha, y cómo a partir de ellas Juana llevó adelante las propias; más allá de cómo terminó su vida, que quedó en el olvido y durante mucho tiempo”.

-Habida cuenta de que María Victoria Franchi se reparte entre la dramaturgia y la actuación, ¿cómo fue el proceso de trabajo?

-Ella pudo poner en el espacio, como actriz, toda esa información que había investigado y todos los textos para poder transformarlos en escena. El mayor desafío estuvo en cómo transformar esta vida de Juana y la información histórica en escena, situación, espacio dramático, conflicto. Había algunas escenas que estaban muy bien pensadas y otras eran más discursivas; lo más complejo estuvo en lograr que no fueran un monólogo frente al espectador. Lamentablemente, hay muchos espectáculos en donde ocurre esto, y no a partir de lo que contiene una escena, del mundo que se crea a partir de la actuación y los elementos que contienen la puesta en escena, que transmitan otras cuestiones que no sean sólo información.

-Decías que entre los personajes hay una periodista.

-Es una periodista que relata estos movimientos de mujeres que hubo a lo largo de la vida de Juana Azurduy, una figura que oficia también como una referencia a los medios de comunicación, a la información que nos llega, que todavía sigue siendo la del poder hegemónico, que ocultó y olvidó, por ejemplo, la vida de Juana.

-Y todo ello desde la única tarea en escena de María Victoria Franchi.

-Es una actriz que deja todo en escena, también trabajó técnicas de sable y de armas de aquella época, con Hernán Fernández, maestro de la técnica. Más allá de la dirección, su trabajo es excelente, en un espectáculo al que debe sostener durante más de una hora de duración.

Territorio Coraje cuenta con dirección de Cielo Pignatta; dramaturgia y actuación de María Victoria Franchi; diseño de vestuario de Liza Tanoni; diseño de escenografía y realización de máscara de Pali Díaz; realización de vestuario por Nora Rípodas, Lorena Fenoglio y Liza Tanoni; realización de escenografía por Taller Adelmar, Sergio Troglia y Pali Díaz; música original de Piter Jozami; diseño de iluminación de Diego Cuilicci; y fotografía de Mica Pertuzzo.