Desde Londres

El suizo Roger Federer aseguró ayer que mucha gente lo habría tomado por loco si hace unos meses, cuando estaba apartado de la competición por problemas físicos, llegaba a afirmar que ganaría dos Grand Slam este año.

“Sabía que algún día quizá podría volver a hacerlo bien, pero no a este nivel. Supongo que ustedes se habrían reído también si les hubiera dicho que ganaría dos Grand Slam este año. La gente no me habría creído si decía eso. Yo tampoco pensaba que iba a ganar dos”, señaló Federer, de 35 años. El suizo celebró en Londres su quinto título de la temporada. Todo ello después de estar seis meses sin competir, de julio a diciembre de 2016, por problemas de rodilla y espalda.

“Es increíble esto. No sé cuánto tiempo más va a durar, no tengo ni idea”, apuntó el helvético. “Ha sido un camino largo, un camino emocionante. Ha habido momentos difíciles, pero es como se suponía que iba a ser”, dijo sobre el trayecto para conquistar ocho títulos en Wimbledon, más que nadie en la historia del tenis masculino. El primero lo ganó en 2003 y el último ayer, 14 años después.

“Es muy especial. Wimbledon fue siempre mi torneo favorito y lo será siempre. Mis héroes pisaron estas pistas y es por ellos que me convertí en un tenista mejor”, recordó. “Así que hacer historia aquí significa mucho para mí por todo eso. Es así de simple”.

Sobre la receta que le llevó al éxito, el ya campeón de 19 Grand Slam respondió: “Fui bendecido con mucho talento, pero también he trabajado para esto. El talento solo no te lleva muy lejos”. “Creo que cuando era pequeño soñaba a lo grande. Veía como posibles ciertas cosas que quizás otros las imaginaban inalcanzables. Eso me ayudó”, agregó. 

“Y tengo una gente maravillosa e increíble alrededor mío. Mi mujer, mis padres, que siempre me ayudaron, hacen que siga siendo la persona que soy ahora mismo.”