La oposición de Venezuela eliminó este viernes el "gobierno interino" del opositor Juan Guaidó, reconocido por Estados Unidos, tras cuatro años de un intento fallido que tuvo la intensión de sacar al presidente Nicolás Maduro. El apoyo internacional se diluyó.

Miembros del Parlamento electo en 2015, de mayoría opositora - y período que venció el año pasado-, decidieron el fin de esta figura a partir del 5 de enero próximo con 72 votos a favor, 29 en contra y ocho abstenciones en una sesión que se realizó de manera virtual. Este parlamento defiende su continuidad a pesar del triunfo oficialista en las elecciones legislativas de 2020.

La iniciativa fue impulsada por tres de los principales partidos opositores: Primero Justicia (PJ), Acción Democrática (AD) y Un Nuevo Tiempo (UNT).

Un intento debilitado

La sesión opositora estaba prevista para este miércoles y posteriormente la difirieron para el 3 de enero de 2023, pero debido a reclamos de los dirigentes, finalmente fue realizada este viernes.

El 22 de diciembre, los dirigentes habían aprobado en primera discusión la eliminación del gobierno interino, con 72 votos a favor, 23 en contra y nueve abstenciones. Señalaron que el "gobierno interino" debía concluir tras haberse debilitado y no cumplir con los objetivos.

Sin embargo, indicaron que mantendrán las juntas ad hoc de Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) Holding, en la empresa Citgo, con sede en Estados Unidos; la del Banco Central de Venezuela (BCV) y la Asamblea Nacional para legislar solo sobre temas relacionados a la protección de los activos del Estado bloqueados en el exterior.

Guaidó había pedido mantener la figura del "gobierno interino" por "encima de nombres", ante la posibilidad de ser sustituido por otro referente, pero esta propuesta fue descartada. El 5 de enero de 2019, Guaidó se había proclamado "presidente encargado", con apoyo de Estados Unidos y medio centenar de países, alegando que la reelección de Maduro en 2018 había sido fraudulenta. 

Sin embargo, ese respaldo internacional se diluyó. Si bien la Casa Blanca mantuvo su reconocimiento formal al "gobierno interino", envió delegados a reunirse con Maduro en medio de la crisis petrolera desatada por las sanciones contra Rusia por la invasión a Ucrania.

Liberación de fondos bloqueados

A fines de noviembre, el gobierno de Maduro y la oposición firmaron en México un acuerdo para liberar tres mil millones de dólares bloqueados por sanciones  al que Estados Unidos respondió con una flexibilización de sus restricciones petroleras contra el país caribeño.

El acuerdo establece que la oposición y el gobierno venezolanos tendrán que cooperar en cuanto a gastos humanitarios, como el pago de proyectos de atención médica o la reparación de las redes eléctricas. Luego de firmar el convenio, en la reactivación de las negociaciones después de 15 meses de suspensión, la administración de Joe Biden autorizó al gigante energético Chevron retomar parcialmente sus actividades de extracción de petróleo en Venezuela.

Delegados del presidente Nicolás Maduro y la oposición acordaron "hacer todas las gestiones ante las autoridades e instituciones, nacionales y extranjeras" para "obtener los fondos legítimos de la República que se encuentren congelados en el sistema financiero internacional" y utilizarlos en proyectos sociales, según el documento leído por Dag Nylander, representante de Noruega, país facilitador de los diálogos.