Con 5 millones de afiliados, el PAMI es la obra social más grande América Latina; un gigante que en cincuenta años de historia quedó marcado por brindar un servicio deficiente y estar envuelto en redes de corrupción. "Todo lo que uno intuye sobre la oscuridad que hubo en el PAMI, cuando entramos acá, lo confirmamos", dice Luana Volnovich a Página/12. A tres años de haber asumido al frente del organismo que brinda asistencia médica a las personas mayores, Volnovich asegura que trabaja para transformar la concepción que existe sobre el instituto, señala a la diputada del PRO Graciela Ocaña de ser "la cara visible" de un "negocio que se cortó" y se defiende de las críticas personales. Respecto de su gestión, resalta que a partir del nuevo sistema para elegir médicos los jubilados dejaron de ser "rehenes del PAMI" y confirma que se llegó a un acuerdo con los laboratorios para seguir entregando medicamentos gratis.

La titular de la obra social y referente de La Cámpora también analiza el devenir del Frente de Todos: rescata la administración de la pandemia, subraya la deuda social pendiente y hace referencia a las limitaciones del gobierno de Alberto Fernández. "Si te vas a sentar en la mesa con el poder económico, lo tenés que hacer con fuerza", sentencia. Además, afirma que no le puede exigir a Cristina Fernández de Kirchner que sea candidata en 2023 y acusa al Poder Judicial de "proscribir" a la vicepresidenta con prácticas "mafiosas".

-- ¿Qué balance hace de los tres años al frente del PAMI?

-- El PAMI es un organismo inmenso y con una historia complicada. Todo lo que uno intuye sobre la oscuridad que tuvo, cuando entramos acá, lo confirmamos. Es complejo y aborda una problemática muy difícil como la vejez. Creo que hicimos una buena gestión. En dos de los tres años tuvimos la pandemia. Sostuvimos las residencias geriátricas que fue el desafío más grande. En ese contexto, no pudimos hacer las reformas estructurales que queríamos, pero a la salida de la pandemia sacamos la libertad de elegir que es el programa que cambia el modelo. La trama de corrupción y estafas era el sistema capitado que había antes. El PAMI le daba una cápita a las empresas de salud para atender a todos, pero nadie controlaba si atendía. Era una cápita fija por mes. Había toda una red de estafas. Nosotros hicimos lo obvio: les pagamos solo si atienden. Además hicimos que los afiliados elijan a dónde ir. Antes eran rehenes del médico que asignaba el PAMI. Eso nos permite también tener más turnos.

-- El PAMI está asociado históricamente a desmanejos y corrupción. Específicamente, ¿a qué te referís con la oscuridad que había?

-- Acá, el piso de auditorías estaba desmantelado. Entrabas y no había un auditor. Eso es lo que hizo el macrismo. Yo tengo denuncias de Graciela Ocaña, que está obsesionada. Pero no está obsesionada conmigo porque tiene un problema psicológico, es la cara visible de un negocio que nosotros cortamos. Por eso me pega y por eso la noticia de la bikini. El maltrato es producto de lo que hacemos, no por mi vida personal. Todos los que forman parte del sistema saben que transparentamos el PAMI y que se acabó la joda. Hay calendario de pago y todos cobran el mismo día. No tienen que venir a pedir nada.

-- Finalmente se logró el acuerdo con los laboratorios para los medicamentos.

-- Sí. La semana pasada renovamos nuevamente el convenio. Hay 4 millones de afiliados que están teniendo sus medicamentos gratis y que ahorran 8500 pesos por mes. Cuando Alberto (Fernández) lo prometió en campaña, los medios decían que era mentira e inviable. Demostramos que se puede hacer de forma sustentable.

-- Hay 800 mil personas que no van a poder jubilarse porque la oposición en el Congreso no acompañó la prórroga de la moratoria previsional, ¿cómo lo analiza?

-- Es una barbaridad. La moratoria es el ejemplo más crudo de la doble vara y el cinismo. Cualquier persona que tiene una deuda impositiva, un empresario megamultimillonario o un trabajador que tiene una deuda de patente en la Ciudad puede acceder a una moratoria para regularizar sus pagos. La moratoria previsional no es más que eso. ¿Por qué está mal visto que una jubilada, que probablemente no haya hecho los aportes por ser una mujer que realizó tareas informales, cobre la mínima y pague su deuda? No se le está regalando nada. Es una moratoria para pagar. Es una locura que algunos sectores lo piensen como una dádiva del Estado populista.

-- Si no sale por ley del Congreso ¿el Presidente debe dictar un DNU?

-- No habría antecedente. Hasta ahora, las moratorias salieron todas por ley. No tengo el análisis normativo, pero debería salir por Congreso. Obviamente, con el impulso del Ejecutivo. El problema es por qué los diputados no quieren hacerlo.

-- ¿Qué aspectos positivos y negativos encuentra del gobierno nacional a menos de un año de finalizar el mandato?

-- Hicimos una excelente gestión de la pandemia y una campaña de vacunación espectacular, con una épica que no está lo suficientemente valorada. Y después tenemos deudas como el problema de la inflación. Si los precios suben, uno está obligado a hacer una autocrítica. Ahora parece que Sergio Massa los está domando.

-- ¿Por qué no se logró atacar los problemas sociales a una mayor velocidad?

-- La deuda con los acreedores privados y el FMI es una soga al cuello. No solo por no tener ingresos, sino por la pérdida de soberanía. Ese es el problema fondo. Después también podemos decir que nos faltó fuerza acá o allá. Si te vas a sentar en la mesa con el poder económico, lo tenés que hacer con fuerza. Ir y venir no sirve. Yo tengo a los laboratorios acá, son los dueños de la Argentina. Construimos un vínculo, pero no es fácil. Hay que ser fuertes. Si querés que te quieran y a la vez bajar los precios, no va a funcionar.

-- ¿Le faltó audacia al Gobierno?

-- Lo que faltó fue articulación. La mejor forma de administrar es usar todos los recursos que tiene el Estado: el poder de compra, la capacidad de controlar, la regulación de la economía. Se necesita una coordinación perfecta de todos los ejes. Si no lo hacés, el que está enfrente se mete por las hendijas. Para eso tiene que haber un jefe de orquesta que haga articular ese todo y por eso tuvimos un cambio de Gabinete.

-- Axel Kicillof le dijo hace unos días a Cristina Kirchner "te necesitamos" e insistió con el operativo clamor para que sea candidata. ¿Coincide con el pedido?

-- Que la necesitamos, no tengo ninguna duda. Pero si la mafia judicial ha decidido proscribirla, es muy difícil. Es una proscripción en versión moderna. La mafia judicial es un problema porque gobierna. En ese contexto, Cristina dijo que no quiere ser como un lastre porque sería tener una candidata condenada.

-- Más allá de esa explicación, hay muchos dirigentes del peronismo que quieren que se postule igual.

--Yo a Cristina no le puedo exigir nada más. Tiene una fortaleza que no se puede creer, pero no deja de ser una persona, una madre. Exigirle más, para mí, es demasiado.