California espera "inundaciones catastróficas" para este fin de semana, según advirtieron los meteorólogos, luego de varios días de lluvia intensa y nieve en una región donde los suelos ya están saturados.


El estado más poblado de Estados Unidos vive en las últimas semanas un registro récord de caída de agua, lo que provocó serias complicaciones para trasladarse, inundaciones, desabastecimiento, cortes de energía y la muerte de al menos 19 personas.

El mal tiempo parece que continuará en la costa oeste, donde un nuevo sistema de bajas presiones golpeará desde este viernes a la región, amenazando con aislar la península de Monterrey e inundar la ciudad de Salinas.

"Todo el valle bajo de Salinas sufrirá inundaciones catastróficas", advirtió este viernes por la noche el Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS).

"Toda la ciudad de Salinas está en peligro de inundación. La mayor parte de Castroville se inundará. Todas las rutas cerca del río Salinas estarán inundadas e impracticables", pronosticaron los meteorólogos. "Muchas rutas, viviendas y áreas agrícolas en el Valle de Salinas sufrirán importantes daños por las inundaciones".

Se espera que el río Salinas desborde su cauce el sábado tras semanas de lluvias torrenciales, en una crecida que podría durar hasta el domingo.

Las órdenes de evacuación se han multiplicado, mientras las autoridades del condado de Monterrey advierten que los residentes de Salinas deben prepararse para "estar incomunicados durante dos o tres días", ante el posible corte de rutas.

Las advertencias llegan mientras la región intenta recuperarse de los reiterados aguaceros anteriores. Los cortos momentos de calma entre dos tempestades apenas dan tiempo a las autoridades para limpiar los daños antes del siguiente diluvio.

Entre las 19 víctimas en el estado hay conductores que fueron encontrados atrapados en sus automóviles sumergidos, personas golpeadas por árboles caídos y una pareja muerta en un desprendimiento de rocas.

Cambio climático 

California está acostumbrada al clima extremo, y las tormentas de invierno son habituales. Pero los científicos dicen que el cambio climático, potenciado por la quema de combustibles fósiles por parte del ser humano, está haciendo que estos eventos sean más feroces.

Si bien está causando desastres a corto plazo, la lluvia es muy necesaria en el oeste de Estados Unidos, donde más de dos décadas de sequía han impuesto restricciones sin precedentes en el uso del agua.

Sin embargo, los climatólogos advierten que incluso el tipo de lluvias que azota la región este mes no va a revertir más de 20 años de precipitaciones por debajo del promedio.

El lago Shasta, el embalse más grande del estado, todavía estaba en solo dos tercios de su promedio histórico a principios de enero, según datos del departamento de recursos hídricos.

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