Las importaciones de productos industriales terminados siguen en aumento poniendo en jaque a los fabricantes nacionales. Un informe de la consultora Radar, dirigida por la economista Paula Español, puso en foco la avalancha se registran en los sectores de indumentaria, calzado, productos de línea blanca y agroquímicos. Entre enero y octubre, las importaciones de heladeras acumuló una suba interanual de 210 por ciento, en tanto que las de lavarropas lo hicieron al 75 por ciento y lavavajillas al 101. En calzado, la suba fue del 22 por ciento, mientras que camisas avanzaron 76 por ciento, pantalones 44 y sweaters 56. Alimentos y bebidas es otro rubro donde empezaron a llegar productos en cantidad del exterior. El ingreso de manzanas subió 776 por ciento en los primeros 10 meses del año, al tiempo que golosinas avanzó 59 por ciento, quesos (119 por ciento), carnes porcinas (113 por ciento) y galletas dulces (122). El país, a diferencia de las promesas de campaña de Macri cuando afirmaba que Argentina iba a ser el supermercado del mundo, empezó a comprar en el extranjero productos alimenticios elaborados. 
Las importaciones de químicos para el agro fue otro de los rubros que, según Radar, anotaron un aumento notable en los últimos meses. Las compras de herbicidas sumaron entre enero y octubre unos 21.400 toneladas, un alza del 44 por ciento, y el compuesto Aztrocina anoto 5900 toneladas, con un incremento de115 por ciento. Los tractores y cosechadoras también empezaron a ingresar con un fuerte volumen del extranjero e hicieron perder peso a la maquinaria agrícola nacional. La participación de los tractores nacionales en el mercado era de 90 por ciento en 2015 y ahora bajo al 84 por ciento, en tanto que la de cosechadoras retrocedió del 83 al 72 por ciento.
Este fuerte crecimiento de las importaciones se combina con una fuerte contracción de la producción local y del empleo. “La industria, por ahora, parece no haber encontrado piso. Durante octubre los principales indicadores de producción industrial continuaron exhibiendo una tendencia hacia la baja. Los factores son la contracción del mercado interno, la sostenida caída de las exportaciones (tanto a Brasil como al resto de los destinos), y, en ciertos rubros en particular, un aumento de las importaciones que compiten con producción local”,  dice el documento. Agrega que “salvo ramas puntuales, como petroquímica y maquinaria agrícola, prácticamente todos los sectores productivos se encaminan a cerrar el año sin exhibir señales de recuperación de sus niveles de producción”.
El mes pasado, las bajas más pronunciadas se observaron en la industria automotriz (-16,4 por ciento) y en la producción de acero (-19,6 por ciento).  Esta situación demuestra que los brotes verdes que los funcionarios de Cambiemos prometieron para la segunda mitad del año no llegaron e incluso se profundizó la recesión.
El retroceso de la actividad manufacturera afectó fuertemente el empleo. “Las políticas de reducciones de jornadas laborales, recortes de hora extra, suspensiones y adelantamiento de vacaciones comienzan a transformarse en aumento de los despidos”, indicó la consultora. A su vez, apuntó que en términos regionales, existe una serie de provincias donde el sector industrial representa gran parte del empleo privado registrado, como San Luis, Catamarca, Corrientes, La Rioja y Santiago del Estero, que son justamente las que exhiben en los últimos meses una fuerte destrucción de esos puestos registrados de trabajo. En cuanto a los sectores, los más perjudicados son la industria textil, la metalmecánica, línea blanca y madera y muebles.
Uno de los retrocesos de empleo más importante, según la publicación de Radar, ocurrió en la metalmecánica, con una caída de 4 por ciento en septiembre respecto del mismo mes de 2015. En la consultora relevaron además que el empleo registrado de toda la rama bajó 3,7 por ciento y mencionaron que en la provincia de Catamarca hubo un retroceso interanual de 6,5 por ciento en agosto en la plantilla de trabajadores fabriles en relación de dependencia.