Desde Roma

Después del arresto en Palermo (Sicilia), el 16 de enero, del súper capo de Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, por el ROS (fuerzas especiales) de los Carabineros italianos, algunos imaginan que la mafia siciliana puede haber terminado con esto. Otros en cambio sostienen que no se acabará jamás, o al menos rápidamente, porque hay un entrevero entre mafiosos, empresarios, traficantes y políticos que le ha permitido sobrevivir por casi un siglo y medio. Y esto da una respuesta en parte a aquellos que se preguntan ¿por qué Messina Denaro no pudo ser arrestado antes, es decir, antes de los 30 años que estuvo en fuga de la justicia italiana? En efecto la mafia siciliana nació a mediados del siglo XIX para cubrir las deficiencias del dominio de los Borbones españoles y sucesivamente del Reino de Italia.

Lirio Abate, un periodista y escritor siciliano especializado en las mafias, que ha trabajado para destacados medios italiano como el diario La Stampa, la revista L’Espresso y varios canales televisivos, y en 2014 fue incluido en la lista de los 100 Héroes de la Información de la organización Periodistas sin Fronteras, se declaró convencido de que la mafia no se ha acabado. “No piensen que con el arresto de Messina Denaro ha acabado Cosa Nostra -dijo en un programa del canal televisivo La7-. Tal vez Cosa Nostra se ha debilitado pero sigue existiendo. Quisiera recordar que en los últimos 10 años más de 250 personas han sido arrestadas por favorecer la fuga de Messina Denaro”. Hoy está en la cárcel, entre otros, contó, un ex subsecretario del ministerio del Interior del gobierno de Silvio Berlusconi (2001-2005) y miembro de Forza Italia, Antonio D’Ali. D’Ali fue condenado a 6 años de cárcel en 2021 por haber favorecido a Messina Denaro. Y los expertos aseguran que la ayuda electoral de la mafia le permitió a D’Ali ser elegido senador durante el gobierno de Berlusconi y luego subsecretario del Interior.

Messina Denaro rehusó presentarse en la Corte de Apelaciones

Messina Denaro, que tiene 60 años y un cáncer al colón por el que tenía que empezar una sesión de quimioterapia cuando fue arrestado en la clínica La Maddalena de Palermo, fue trasladado esa misma noche a la cárcel de altísima seguridad ubicada en la provincia de L’Aquila (región de Abruzzo, Italia central). Una cárcel donde van a parar personajes muy peligrosos pero que no pueden tener contacto entre ellos porque están aislados en celdas individuales.

El capo mafioso debía participar este jueves, mediante una video conferencia, de una audiencia de la Corte de Apelaciones de Caltanissetta, siempre en Sicilia, por los atentados de Capaci (donde murió el juez antimafia Giovanni Falcone, su esposa y sus guardias) y de Via d’Amelio (donde fue asesinado el juez antimafia Paolo Borsellino), ocurridos en 1992 en Sicilia y de los que él es considerado uno de los mandantes. Pero el mafioso rehusó presentarse en la audiencia debido, se dijo, a que hoy hizo su primera sesión de quimioterapia en una sala especializada que fue creada al lado de su celda en la cárcel. La Corte decidió postergar la audiencia hasta el 9 de marzo.

La abogada del capo de Cosa Nostra, su sobrina Lorenza Guttadauro, fue sustituida por un abogado de oficio provisoriamente, ya que ella no pudo estar presente. Y al parecer ésta fue otra de las razones por la que la audiencia fue postergada.

Los “colaboradores” arrestados

En general, quien es acusado por ayudar a un mafioso, no importa a cual mafia pertenezca, suelen decir a la policía “yo no sabía que era un mafioso”. Y esto es lo que dijo el hombre que le hacía de conductor del auto que lo llevó a la clínica La Maddalena. “Yo no sabía que era Messina Denaro. Sólo un loco podría haberlo acompañado sabiendo que se trataba de un boss” (es decir máxima autoridad de la mafia) dijo Giovanni Luppino, un agricultor al parecer sin antecedentes penales, cuando fue interrogado por la justicia. Dijo además que lo había conocido algunos meses atrás y que le fue presentado con el nombre de Francesco, cuñado de Andrea Bonafede, el geómetra a cuyo nombre estaba inscripto el departamento donde Messina Denaro vivía en Campobello di Mazara, a poco más de 100km de Palermo, la capital siciliana. Con documentos a nombre de Andrea Bonafede, Messina Denaro se había presentado en la clínica de Palermo para el tratamiento contra el cáncer.

También están bajo investigación judicial Andrea Bonafede, y los dos médicos que lo han tratado: Alfonso Tumbarello, el médico de Campobello di Mazara que había emitido una serie de recetas con el nombre falso que usaba el capo. El sabía perfectamente que era un nombre falso porque conocía personalmente a Andrea. El otro médico bajo investigación judicial acusado de complicidad es Filippo Zerilli, jefe de oncología del Hospital San Antonio Abate de la ciudad siciliana de Trapani. Algunos sostienen que Zerilli sabía que Messina Denaro estaba usando un nombre falso dado el estudio del ADN que es necesario hacer previamente a la quimioterapia.

El búnker del mafioso

Messina Denaro ha pasado al menos los últimos seis meses en un departamento que había comprado en Campobello di Mazara pero que había puesto a nombre de Andrea Bonafede, la persona que le permitió usar su identidad con documentos falsos. Este departamento y otros dos inmuebles distantes no más de 500 metros unos de otros, fueron secuestrados por la justicia que empezó allí las investigaciones descubriendo cajas llenas de papeles y recibos, joyas y algunos cuadernos con datos. Se sabe que el capo mafioso adoraba vestir con ropa de grandes marcas, de diseñadores italianos y extranjeros y le gustaba comprar joyas de gran valor.

La otra propiedad estaba a nombre de la madre de Andrea Bonafede. Pero la señora no vivía allí. El último lugar secuestrado fue un departamento que incluía una suerte de búnker y donde se encontró un “verdadero tesoro” de joyas muy preciosas, diamantes, esmeraldas. El “búnker” era una habitación blindada a la que se accede moviendo el piso de un armario y donde fueron encontradas muchas pertenencias del boss. El departamento pertenece a Errico Risalvato, acusado de asociación mafiosa pero luego absuelto en 2001. Fue él quien dio a los investigadores las llaves de la habitación búnker.

¿Por qué se demoraron 30 años en encontrar al capo mafioso?

Fue la docente de la Universidad de Bolonia Stefania Pellegrini, fundadora del curso “Mafia y antimafia”, la que explicó a varios medios italianos este punto. “El de las mafias es un poder que da riqueza, por el contrario de lo que ocurre en otras actividades donde la riqueza genera el poder -explicó-. Y la gestión del poder permite el acceso a influencias sociales y al control del territorio. Ni siquiera el más potente boss se olvida de buscar una suerte de legitimación entre los habitantes de su lugar de origen. Siempre trata de implicar a sus conciudadanos ofreciéndoles, por ejemplo, un trabajo. No hay ningún mafioso que no tenga una comunidad de apoyo, que reconozca su lenguaje, su comportamiento, sus gestos”.

En efecto la mayor aparte de los grandes jefes mafiosos han sido capturados en la isla porque ahí encuentran cobertura. Y por eso, al parecer, han pasado 30 años sin poder arrestar a Messina Denaro, 23 para poder arrestar a otro boss de Cosa Nostra, Toto Riina (muerto en 2017), y 38 para detener al super capo Bernardo Provenzano (muerto en 2016). “El consenso del que gozan en la isla debe ser destrozado demostrando que la mafia no es invencible aún cuando sea rica, poderosa y emprendedora”, concluyó la profesora Pellegrini.