Mauricio Macri sí o Mauricio Macri no. Hay halcones y palomas o son todos halcones, corridos hoy por derecha. Una interna bastante pareja entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, con el radicalismo más bien diluido. Estos son, para los encuestadores consultados, los ingredientes de los debates y las estrategias de Juntos por el Cambio (JxC) de cara a 2023.
“En JXC no hay halcones y palomas -afirma, explosivo, Roberto Bacman-. Todos son halcones, y más aún cuando los libertarios los corren por derecha. Existen, sí, significativas diferencias de formas y estilo. Larreta es más atildado y maneja mucho mejor el lenguaje y el marketing político de última generación. No quedan dudas que está mejor coucheado. Patricia Bullrich es más espontánea y habla sin pelos en la lengua. A veces se pasa, corre por la extrema derecha y eso le hace ganar un segmento que se siente más identificado con este otro estilo. La ventaja que tenía el actual alcalde porteño en las encuestas del año pasado hoy se ha diluido y Patricia le da batalla por la candidatura presidencial. ¿Los radicales? Siempre han sido el acompañamiento, no el plato principal. La candidatura de Facundo Manes se ha estancado y Gerardo Morales no ha logrado arrancar de manera definitiva en las encuestas”.
Artemio López tiene una mirada parecida, pero introduce a Macri en escena. “Macri es el Jefe, por motivos diversos que no desarrollaremos acá, se hará lo que él disponga. Lo que vemos en forma de disputa son fuegos de artificio, fotogenia entre estilos algo diversos. Sin embargo más allá de estos dimes y diretes, en JxC no hay proyectos de país divergentes como en el oficialismo. Hay uno y solo uno, el que desarrollaron en el lapso 2015-2019, sin una sola disidencia interna, y que ahora promete, además, llegar recargado y no sólo de reformas estructurales”.
Para Alfredo Serrano existe una real disputa: “Hay partida abierta. La oposición está en su encrucijada. Porque no pueden representar todo a la vez. No pueden guiñarle el ojo a los moderados al mismo tiempo que lo quieren hacer con la derecha más radical. Se advierte una disputa no solo táctica, sino también estratégica. Están redefiniendo qué son como Frente. Es decir, deben elegir si suscriben las tesis de la nueva ultra derecha global o si finalmente optan por posicionarse en centro-derecha. Esa elección condicionará quién será el candidato".
Federico Aurelio piensa que la clave estará en la campaña misma. Lo formula así: “El factor que consideramos más relevante para la definición del candidato del espacio, que observamos con claridad en nuestro plan de investigaciones, es el análisis que haga el electorado de Cambiemos de lo que implica cada uno de los slogans de medidas de gobierno que presentan los precandidatos”. O sea, más que el candidato, será lo que propongan. Y también las alianza que tejan Larreta por un lado y Bullrich por el otro.
Mauricio Macri no es competitivo, Larreta y Bullrich tienen electorados distintos.
Para Analía Del Franco, “Bullrich y Larreta hoy están parejos, con ciertas particularidades en sus apoyos. Larreta presenta mayor penetración entre los sectores independientes que quieren votar oposición. Bullrich comparte electorado con Milei, lo que daría la posibilidad de captar a este grupo y que no se desgrane hacia los libertarios. Macri, a juzgar por el nivel de su imagen positiva y el perfil de sus apoyos, no cuenta hoy con un plus competitivo para la contienda electoral. Presenta un perfil poco funcional para atraer sectores independientes, tal como sí lo hacía en el 2015. Los candidatos y propuestas del radicalismo están desdibujados”.
El desafío de Juntos es seguir juntos
Se ve que Hugo Haime piensa que la coalición opositora presenta peligros de sismo. Por eso arranca con la definición: “El desafío de Juntos es primero estar Juntos y luego resolver el mejor modo de dirimir sus internas. Nunca se sabe, pero veo muy improbable que Macri sea candidato. La salida del escenario electoral de Cristina, le quita espacio para la polarización con ella. La pelea política y electoral entre Bullrich y Larreta es fuerte. Las encuestas los muestran peleando palmo a palmo. Pero tienen bastantes obstáculos para resolver. Uno de ellos es qué hacer con los radicales. Los integran en fórmulas conjuntas o los obligan a que vayan con fórmula propia. Y si bien el voto radical no es voluminoso es importante en las provincias. Tampoco la tienen fácil en la provincia de Buenos Aires en donde ninguno de sus candidatos logra volumen. Aparentan ser ganadores y tener todo resuelto pero tienen muchos problemas. Quizás Macri, si se asume como líder del sector y deja claro que está fuera de candidaturas, pueda ordenarlos”.
Una oposición que no puede reivindicar el gobierno de Macri
También Raúl Timerman percibe que puede haber división en JxC. “La oposición tiene dos caminos. O mantenerse unida, pese a las diferencias fuertes que existen entre un ala dura de Bullrich y un ala blanda de Larreta. O reordenarse por afinidades ideológicas. Si se mantienen unidos, creo que Macri no debería jugar porque es el que menos posibilidades tiene. Hay un fenómeno particular: ni Bullrich ni Larreta podrán reivindicar el gobierno de Macri. Habrá unas PASO y me parece que el radicalismo llegará a un acuerdo con Larreta. Tal vez otro sector, Alfredo Cornejo, el mendocino, acuerde con Bullrich. Va a ser parejo, con muchos más recursos del lado de Larreta. El otro escenario es que se agrupen por afinidad: Macri, Bullrich, Milei. Y del otro lado Larreta-radicalismo-Coalición Cívica. Difícil saberlo”.
Cristina les quitó el eje de polarización
“La principal fuerza opositora no presenta un escenario de fácil resolución -analiza Facundo Nejamkis-. Primero porque el (NdR: aún supuesto) corrimiento temprano de CFK del centro de la escena deja a JxC sin su principal razón de ser. Al mismo tiempo aparecen hoy diferencias significativas entre los principales candidatos presidenciales. Diferencias que van del estilo al discurso a la forma en que se deben resolver los problemas de la Argentina. Esto se expresa en la virulencia de la competencia entre Larreta y Bullrich. Si bien el incentivo de llegar al poder debería funcionar como el garante de la unidad, aún persisten las dudas sobre si esta es posible y eventualmente a que costo”.
Pelea pareja, pero Bullrich tiene más alto nivel de rechazo
“La interna de la oposición tiene una sola certeza, quien conduce y definirá la candidatura presidencial es Mauricio Macri -sostiene Santiago Giorgetta-. Larreta ya no es el candidato sólido e indiscutido de principio de año. Hoy no ostenta mejor imagen positiva que negativa en ningún estudio nacional, como así tampoco en la provincia de Buenos Aires donde reside el 40 por ciento del padrón. Pero ese escenario no es muy diferente para el que maneja números más altos de rechazo que su principal competidor. El radicalismo, como marca, tiene una intención de voto muy baja. Con una particularidad, cuando le preguntamos a los votantes de JxC, la mayoría se se percibe como radical, pero no se vuelca por candidatos del radicalismo”.