Mientras la cumbre CELAC se estaba llevando a cabo en el Hotel Sheraton, Cristina Fernández de Kirchner encabezó su propia agenda internacional desde el Senado. Ya se había reunido el día anterior con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y el martes dedicó gran parte de la tarde a mantener encuentros bilaterales con los mandatarios de Bolivia, Luis Arce, y de Colombia, Gustavo Petro. Desde su despacho en el primer piso de la Cámara alta, CFK conversó con ambos sobre la realidad política y social de América Latina. Había una gran expectativa de que la cita con Lula Da Silva pudiera concretarse durante el día, pero finalmente, tras varios tironeos sobre el punto de encuentro, no hubo manera de concretar la reunión.

Cuanto el reloj estaba a punto de marcar las 18 horas, Luis Arce ingresó al Senado de la Nación para reunirse con Cristina Fernández de Kirchner. La VII cumbre de jefes y jefas de Estado de la CELAC acababa de finalizar y los pasillos de la Cámara alta estaban casi vacíos (ya que, a pesar de que las sesiones extraordinarias comenzaron oficialmente el lunes, la mayoría de les senadores se encuentra todavía de vacaciones o de campaña). Acompañado por una pequeña comitiva - entre quienes se encontraba el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro-, Arce fue recibido primero por la secretaria administrativa, María Luz Alonso, y firmó el libro de Honor que se encuentra en el Salón de las Provincias. Luego, subió al primer piso en donde se encuentra el despacho de CFK y mantuvo una reunión de 40 minutos con la vicepresidenta.



Si bien no se filtró mucha información sobre el contenido del encuentro, desde el entorno de la vicepresidenta se apresuraron a compartir un video en el que se veía a ambos dirigentes saludándose con calidez. "Estoy muy contenta de tenerte acá", se la escucha decir a CFK, quien la noche anterior se había reunido también con el ex presidente boliviano, Evo Morales. Cabe destacar que la relación entre Morales y su heredero político no se encuentra en su mejor momento, ya que ambos se encuentran sumidos en una fuerte disputa por el control del Movimiento Al Socialismo. El expresidente boliviano, sin embargo, mantiene una relación muy cercana con CFK, a quien suele visitar cada vez que viaja a la Argentina (lo que es muy seguido).

Una hora y media después, a las 19.30, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ingresó también por la explanada de la Avenida Entre Ríos. El encuentro fue mucho más extenso - duró más de una hora y media -, ya que era la primera vez que ambos dirigentes se conocían cara a cara. "Realmente tengo muchas ganas de conocerlo porque es el resultado de la historia reciente de Colombia. Me gustó mucho su discurso de Naciones Unidas y siempre es bueno conocer a alguien con la magia de la tierra de García Márquez", sostuvo CFK en un video que publicó unos minutos después. Y es que al igual que con la presidenta de Honduras, CFK decidió incursionar en un perfil "youtuber" después de cada encuentro con los mandatarios, mostrando una suerte de "detrás de escena" con apostillas de las reuniones.

El encuentro con Petro tenía un importante peso político, no solo porque era el primer presidente de izquierda electo en Colombia, sino porque el gobierno colombiano viene arrastrando algunos episodios que resuenan con mucha fuerza en la memoria kirchnerista. Uno de ellos fue el intento de atentado que sufrió la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, hace solo un par de semanas. A su vez, en Colombia se destapó hace poco que el gobierno del ex presidente Iván Duque había realizado tareas de inteligencia para investigar a la oposición (es decir, al equipo de campaña de Petro). "Se repiten los modelos en la región. Así como en los 70' estaban los golpes militares en toda América Latina, ahora vemos una práctica muy parecida en todos los países de la región en los que se utiliza los servicios de inteligencia, los medios de comunicación y la Justicia para perseguir a dirigentes políticos de los movimientos populares", resaltó a Página12 el senador Oscar Parrilli, quien mantuvo también algunos encuentros con dirigentes internacionales.

Hace dos días que CFK viene impulsando su agenda internacional paralela a la CELAC, buscando reafirmar su protagonismo internacional. No logró, sin embargo, la foto que buscaba con el presidente brasileño, Lula Da Silva. La vicepresidenta lo invitó a su despacho, pero desde el equipo de Lula le respondieron que sería mejor reunirse en el Hotel Sheraton. No hubo manera de ponerse de acuerdo. Cerca de CFK insistieron en el que protocolo dictaba que tenía que ser Lula, en tanto visita oficial, el que se dirigiera hacia la Cámara alta (sede institucional de la vicepresidenta). Luego de varias idas y vueltas, la cita se terminó cayendo.