Como suele suceder cuando un tema es sobrenarrado, el caso del crimen de Fernando Báez Sosa también terminó alcanzando la orilla opuesta. Esto se vislumbra el posicionamiento de quienes ahora piden clemencia con los acusados del asesinato. No es la primera ni la última vez que sucederá algo así, aunque la sensibilidad social que despierta este asunto mientras transcurre el juicio puso en evidencia una serie de movimientos en las redes sociales que alertaron al Servicio Penitenciario Bonaerense con una pista que intenta aclararse: la posible interacción de algunos de los rugbiers en cuentas de Twitter e Instagram.


¿Los presos pueden usar celulares?

A partir de la pandemia, los detenidos en los penales del SPB fueron autorizados a utilizar teléfonos celulares, aunque con la prohibición de actuar en redes sociales. Durante el verano del 2020 habían aparecido algunas cuentas cuyo claro propósito era el de edulcorar la imagen de los acusados por el crimen del joven de 18 años. En aquel entonces esto fue noticia, sobre todo porque en simultáneo se pegaron en distintos puntos públicos de la ciudad de Zárate carteles que decían #YoApoyoALosRugbiers, basta de condena social, pidamos justicia, no venganza”. Aunque luego se diluyó.

Sin embargo, en los últimos días estas cuentas volvieron a reportar actividad y por lo bajo se deslizó la posibilidad de que quizás eran los propios rugbiers quienes intervenían en esas acciones. Por ese motivo, el Servicio Penitenciario Bonaerense ordenó el secuestro de los teléfonos móviles de dos de ellos, Blas Cinalli y Enzo Comelli.

Los mensajes de la cuenta de Instagram que sería de los rugbiers

Ni bien se divulgó esta novedad, la cuenta de Instagram @rugbiers.zarate fue automáticamente eliminada, aún sin saber si esto corrió por cuenta del o los administradores de la misma, o si se debió a una intervención de la propia red social. No obstante ello, en ese breve interín numerosos usuarios divulgaron capturas de stories en las que el propietario de la cuenta fogueaba distintos mensajes tendientes a victimizar a los acusados.

“Nueve vidas se destrozaron, triste”, decía una publicación en respuesta a un mensaje que señalaba: “Un chico falleció, mientras otros ocho fallecieron en vida… Tristísimo”. En otra storie, el usuario con acceso a la cuenta agradece a otro que sostiene “Hasta muerte con los chicos”, juego de palabras poco feliz, ya que utiliza un sustantivo únicamente aplicaba a la víctima (a pesar de que @rugbiers.zarate pretendía ubicarlo en el mismo nivel de desgracia que los victimarios).

En otras acciones, la cuenta incluso iba un poco más allá de la simple defensa de los rugbiers para ir directamente al ataque de la familia de Báez Sosa: “Qué desastre lo que está pasando. ¡Una locura! Los padres de FBS qué mal que están haciendo. Se están equivocando y mucho”, dice un mensaje likeado y compartido por la cuenta, según las capturas divulgadas en el transcurso del miércoles.

Lo curioso es que la bio de @rugbiers.zarate propone “Basta de condena social, basta de mentiras, basta de violencia, basta de odio”, algo que está bastante lejos de lo que esa misma cuenta luego fogoneó con sus publicaciones.

La narrativa de las publicaciones es confusa hasta la sospecha, tal el ejemplo de un mensaje que dice: “Ojalá lo vean y entiendas que atrás de estos chicos hay familias que sufrimos”. El uso de la primera persona reaviva la duda acerca de si esta cuenta era manejada por los rugbiers o por gente de su entorno íntimo.

En otro sentido, cabe preguntarse si, en el caso de confirmarse la participación de Cinalli y Comelli, eso puede abrir una nueva acusación, dada la prohibición que los detenidos en el SPB tienen de usar redes sociales desde los teléfonos celulares que disponen en su cautiverio.

El miércoles fue ocasión de los alegatos de la querella, mientras que el jueves será el turno de la defensa de los acusados. Luego solo quedará tiempo para las sentencias, las cuales —se estima— serán dadas a conocer entre el lunes y martes próximos.

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