El partido de San Martín dio a luz al género musical más representativo para la juventud en los tiempos que corren. Los berretines, las vivencias de la vida cotidiana y la jerga implementada por los pibes y las pibas, se ven plasmados en un conjunto de mezclas que fueron creadas y realizadas por un grupo de Dj’s de la provincia de Buenos Aires. Con las voces de figuras que saltaron a la fama como L-Gante -General Rodríguez- El Noba -Florencia Varela- y Callejero Fino –Derqui-, el RKT se impregnó en los oídos de todo el país y promete quedarse por mucho tiempo.

El RKT podría encuadrarse dentro de la familia de los experimentos. La poción que derramó este fenómeno provincial tiene tiempo y espacio en el partido de San Martín, más precisamente en el barrio de Billinghurst. Sobre la Avenida Ricardo Balbín, esquina Cuba, se encontraba el boliche “El Rescate”, quien a través de la abreviación de su nombre bautizó como “RKT” al género que rompe absolutamente todos los esquemas.

En sus inicios, a las bases -cuya característica principal son los graves bien pesados- se le sumaban voces que eran tomadas de artistas centroamericanos del momento, generalmente provenientes del Reggaetón. Hoy en día, se generó una fusión tan mágica como bonaerense y la nota la dan artistas del conurbano que, al ya movido RKT, le agregaron la chispa de sus cantos y la magia del lunfardo siempre nuestro.

Al nacimiento del RKT se lo suele encuadrar como “el derivado de”. Debido a la variación de herramientas musicales apropiadas de otros géneros para la composición de su base, el RKT está entrelazado por la cumbia villera, la cumbia colombiana, el reggaetón, el cumbietón, entre tantos otros estilos. El origen de este, data de comienzos de la década pasada, cuando DJ’s bonaerenses como DJ Pirata, El Caio, Dj KBZ, DJ TotyStyle, DJ Cris, DJ Pity, Paco y Maxi Gen, desplegaban sus virtudes sobre las consolas que visitaban “El Rescate” de Billinghurst noche a noche y hacían bailar a miles de jóvenes cada fin de semana.

Durante la pandemia, se dio una mezcla que potenció al género de tal manera que, hoy por hoy, no hay lugar del país en donde no suene. E incluso por fuera de este. Jóvenes artistas como L-Gante, Callejero Fino, La Joaqui, El Noba, Perro Primo, Kaleb Di Masi, Alejo Isakk, R Jota –entre otros- comenzaron a grabar sus líricas con el RKT como base. Increíblemente, este género transcurrió durante muchos años en “el under” de la movida. Solo los pocos que se mantenían e interesaban en la noche y la música del momento estaban al tanto del estilo RKT. Otros, quizás, lo escuchaban cada vez que salían a bailar, pero ni siquiera lo conocían por su nombre.

Con la llegada de la cuarentena, la inspiración y la creación fueron llamadas a participar y eso derivó en que los artistas vuelquen a las plataformas musicales toda su obra. Acompañados de importantes productores del momento, como DT Bilardo, Omar Varela, Gusty DJ, DJ Tao y tantos más, los talentosos artistas de la provincia de Buenos Aires volcaron sus vivencias dentro un estilo que permanecía en el llano y que hoy, tras dos años, se encuentra en la cima de todo.

Sería una picardía obviar un factor que ayuda a explicar que el RKT ahora sí esté “pegado” y antes no. Ese factor son las redes sociales. A medida que -tras la pandemia- los cantantes subían sus temas, el público los fue reproduciendo a través de las múltiples redes sociales de la actualidad, compartiéndolos en historias, publicaciones, y subiendo infinidad de “retos” en TikTok, donde el juego se basaba en filmarse a uno mismo bailando, con el tema del momento sonando de fondo.

En Encuentro en el Estudio, Adriana Varela le dijo a Lalo Mir que “la vanguardia está en la esencia, no en la apariencia”. Esta frase describe algo fundamental para entender el salto del RKT, y que es un tema en el que muchos de los Dj’s que dieron vida al género coinciden: Los pibes argentinos le agregaron cosas nuevas al RKT, pero respetan la velocidad y el sampleo de este. Añadieron mañas y herramientas de la música moderna, pero mantuvieron la esencia y el color del estilo.

Resulta difícil dimensionar qué será del futuro del género, pero no cuesta absolutamente nada percibir el presente. La vida musical de la Argentina encuentra al RKT en cada esquina, en cada boliche, en cada baile y en cada vehículo, haciendo vacilar a una juventud que, en épocas donde carecen las representaciones a nivel nacional –y en todos los ámbitos-, encuentra en un grupo de jóvenes artistas el ritmo, la chispa y el sabor perfecto para musicalizar sus cotidianeidades y darle a la vida el sentido de vivirla con ganas y alegría.