“Estamos convencidos que lo mejor que le puede pasar al deporte es vincularse con la educación, para mejorar la salud y la seguridad” fueron las palabras que utilizó el macrismo cuando en diciembre del 2015 creó el Ministerio de Educación y Deportes. Pasaron solo 19 meses y nos enteramos que la Secretaría de Deportes deja de estar en el Ministerio de Educación. Su nuevo lugar dentro del organigrama nacional es la Secretaria General de Presidencia. Los mismos que estaban convencidos ahora dicen que éste traslado les permitirá ser más resolutivos en lo referente al pedido de ser sede en los mundiales de básquet 2023 y fútbol 2030. A sus convicciones para mejorar la salud y la seguridad se ve que les pudo más el show  mediático de los mundiales.

Si uno analiza las acciones que han venido realizando desde que Cambiemos asumió el gobierno nacional claramente se percibe como han logrado deteriorar el deporte social y por lo tanto atentar contra la educación, la salud y la seguridad. Las tarifas exorbitantes que ponen en peligro el funcionamiento de los clubes de barrio, los despidos a cientos de promotores deportivos barriales, la desintegración que producen en los Juegos Evita al enviar a los deportistas convencionales a Mar del Plata y a los discapacitados al Chaco, la pérdida del valor adquisitivo de las becas de los deportistas amateur, el incumplimiento de la ley del deporte y la finalización de la gratuidad del Fútbol para Todos son medidas que demuestran que no les importa lo que en los barrios sucede cuando el deporte sirve como herramienta para fortalecer el tejido social. 

En un gobierno conducido por millonarios, el traslado de la Secretaria de Deportes y sus nuevos objetivos muestra cierta coherencia en estos tiempos donde se gobierna para los ricos y se considera al deporte como un negocio para que accedan solo unos pocos.

* Ex futbolista de Huracán y River y ex secretario de Deporte de la Nación.