Podría decirse que, de un tiempo a esta parte, Constanza Macras se convirtió casi sin buscarlo en una experimentada agente inmobiliaria. Desde que una empresa de capitales extranjeros compró el edificio en el que funcionaban las oficinas de producción y la pequeña sala escénica de la compañía Dorky Park (que Macras fundó y dirige hace exactas dos décadas), la directora y coreógrafa argentina supo que la pesadilla que describe su obra Der Palast se había vuelto real también para ella. Para hacer Der Palast –que se estrenó en el emblemático teatro Volksbühne de Berlín en 2019, es decir, un año antes de la mudanza–, Macras había investigado sobre las consecuencias de la gentrificación en la capital alemana. Básicamente, lo que le interesaba era pensar de qué forma traducir en una obra de teatro-danza algo que empezaba a inquietarla: las calles de su ciudad adoptiva estaban cambiando, los bares de siempre empezaban a ser reemplazados por cafés de especialidad mucho más caros; su circuito de amigos, muchos de ellos extranjeros, empezaban a contar experiencias cada vez más irrisorias vinculadas con la situación habitacional, que se estaba poniendo difícil y cada vez más cara. Berlín estaba dejando de ser la meca bohemia que en los noventa había atraído a tantísimos artistas, incluida ella, para convertirse en una ciudad global con reglas escritas por inversionistas del real state como los que tiempo más tarde comprarían el edificio en el que ella había trabajado durante muchos años.

Foto: Thomas Aurin

No fue la única vez que una de sus obras funcionó directa o indirectamente como el presagio de una situación que encontraría algún vínculo directo con su vida personal o artística. Poco tiempo después, Macras comenzó a ensayar Stages of crisis, proyecto coproducido por su compañía y el teatro HAU, uno de los más interesantes del circuito off berlinés. Tomando como punto de partida la investigación desarrollada en una obra anterior (Forest: The Nature of crisis) que ponía en diálogo el ideario del Romanticismo alemán en torno al bosque y los cuentos de hadas de los hermanos Grimm con el estallido de las burbujas financieras y la sensación de apocalipsis que domina el mundo cuando sobreviene una crisis económica, Stages of crisis buscaba llevar esas reminiscencias de los espacios naturales a otro lugar: un supermercado, donde los productos, empaquetados con dibujitos del campo, de las montañas y las sierras, se ofrecen como una extensión de la naturaleza aunque sean más bien todo lo contrario. La obra no pudo estrenarse en el HAU, como estaba planeado, sino que después de varias postergaciones tuvo una primera versión virtual debido a una crisis mundial ocasionada por una pandemia de origen zoonótico de la que a esta altura no hace falta contar mucho más.

Por suerte para ella y para la escena de la danza berlinesa, Macras encontró rápidamente otra oficina para que su equipo de producción pudiera ponerse a trabajar en los proyectos que venían. Pero, por el momento, no volvió a montar una sala. Por lo pronto, para cada nuevo trabajo escénico que estrena por fuera del circuito de los grandes teatros –a veces, más de una al año, porque si hay algo que la caracteriza es lo prolífico de su producción– se pone a bucear las zonas más recónditas de los sitios web inmobiliarios para dar con hangares y otros espacios no convencionales en los que ensayar y montar sus piezas. Sin ir más lejos, I feel you, la obra que la semana que viene se verá en el Teatro San Martín y que trae a Macras a Buenos Aires después de varios años sin mostrar un trabajo en su ciudad natal, se estrenó en un inmenso galpón. En ese espacio, la coreógrafa creó junto a una bailarina invitada y los cinco bailarines estables de su compañía una mezcla de performance e instalación que rompía la lógica espacial convencional. La adaptación para la sala Martín Coronado presenta unos pocos cambios respecto de la original: la obra se transforma en una pieza escénica con el público en sus butacas y los performers en la platea, y la sexta intérprete, en reemplazo de la israelí Adaya Berkovich, será Constanza Agüero, del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín.

Foto: Thomas Aurin

A diferencia de otros trabajos de Macras, que se meten con temas sociales como la gentrificación, las crisis humanitarias o la discriminación de determinados grupos por parte de otros, I feel you es un trabajo bastante más sutil, más íntimo, que pone el foco no tanto en lo macro sino más bien en las acciones más pequeñas; que mira, podríamos decir, hacia adentro del sujeto contemporáneo. En la investigación previa y durante los ensayos de la obra, el grupo de performers –provenientes de Bélgica, Hungría, Japón, Sudáfrica y Argentina– trabajó con la premisa de investigar sentimientos humanos complejos, en especial la empatía. Primero, el grupo se puso a leer sobre neurociencia para entender algunos fenómenos de nuestras mentes. ¿Cómo funcionan las neuronas espejo, encargadas de imitar las acciones las acciones de quien tenemos enfrente (llorar cuando otro llora, reír cuando otro ríe) y cómo puede usarse ese mecanismo en la danza, el arte por excelencia de la conexión con el otro? Como siempre en las obras de Macras, el tema se aborda con cuerpos en movimiento pero también con la palabra, en pequeñas escenas actuadas que jamás eluden los guiños pop. Acá en particular, la directora tomó algunas canciones de artistas conocidos mundialmente de la música clásica y contemporánea (desde Britney Spears a Georg Friedrich Händel, pasando por Pink Floyd) para indagar en su capacidad de conmover a millones de personas en los lugares más recónditos del planeta. Por eso, I feel you no deja de ser una pieza política, si entendemos lo político como esa fuerza que organiza las sociedad humanas, y tiene la capacidad de atravesar al espectador de cualquier ciudad del mundo, de Berlín a Buenos Aires, al calor de las emociones más universales y al compás de la música que escuchan todos.

Foto: Thomas Aurin

I feel you, de Constanza Macras, se puede ver del jueves 9 al domingo 12 de febrero en el Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530). Entradas a través de la web del Complejo Teatral de Buenos Aires https://complejoteatral.gob.ar/