Sé víctima de espionaje con la serie británica Slow Horses, una oficina para espías caídos en desgracia, llena de adrenalina, desconfianza, humor áspero y mucha mugre. Gran oportunidad para distinguir a los glamorosos "servicios secretos", a lo James Bond, de los que son simplemente "servicios" y no tienen nada, pero nada de glamour.