En el primer mes del año, los préstamos en pesos al sector privado medidos en términos reales y sin estacionalidad habrían registrado una caída mensual de 1,7%, acumulando siete meses consecutivos de declive. La disminución se dio prácticamente en todas las líneas de financiación con la excepción de los documentos. Así, el crédito habría acumulado una caída de 13,9% anual en términos reales. Dichos datos surgen el Informe Monetario Mensual que elabora el Banco Central.

Entre los préstamos asociados al consumo, las financiaciones instrumentadas con tarjetas de crédito habrían evidenciado una disminución mensual de uno por ciento a precios constantes, y del 11,5% en términos interanuales. Asimismo, los préstamos personales habrían exhibido una caída en enero de 0,8% (sin estacionalidad) respecto de diciembre y se encontrarían ya 18,4% por debajo del nivel registrado un año atrás.

La Línea de Financiamiento para la Inversión Productiva (LFIP) continuó resultando la principal herramienta utilizada para canalizar el crédito productivo a Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. A fines de enero, los préstamos otorgados en el marco de la LFIP acumularon aproximadamente $4.695 miles de millones (4,7 billones) desde su lanzamiento, con un incremento de 14,9% respecto del mes anterior. Por su parte, del total de las financiaciones otorgadas mediante la LFIP, 13,4% corresponde a proyectos de inversión y el resto a capital de trabajo.

Los depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado habrían registrado una contracción de 0,8% (sin estacionalidad) a precios constantes en el primer mes del año con respecto a diciembre, revirtiendo la suba del mes previo. No obstante, estas colocaciones se mantuvieron en torno a los niveles máximos de las últimas décadas.

Como porcentaje del PIB dichos depósitos se habrían ubicado en 7,7% en enero, guarismo similar al máximo alcanzado durante la pandemia. Analizando la evolución de las colocaciones a plazo por estrato de monto se observa un comportamiento heterogéneo. Los depósitos de $1 a $20 millones, cuyos principales tenedores son las personas humanas, registraron un aumento en promedio en el mes. Esta dinámica fue compensada por la caída que experimentaron los depósitos minoristas (menos de $1 millón) y mayoristas (más de $20 millones). 

La disminución de las colocaciones del segmento mayorista se explicó por el desarme de posiciones de los Fondos Comunes de Inversión. Estos rebalancearon, de manera transitoria, su cartera a favor de pases pasivos con el BCRA en detrimento de colocaciones a plazo fijo y también de depósitos a la vista remunerada (ver Gráfico 3.1). Esto ocurrió durante un período en que el rendimiento relativo de los pases de FCI prácticamente se equiparó al de otras alternativas de inversión.

El segmento de depósitos a plazo fijo ajustables por CER exhibió una nueva contracción en términos reales, acumulando 6 meses consecutivos de caídas. La disminución se verificó tanto en las colocaciones en UVA tradicionales como en las precancelables, cuyas tasas de variación mensual fueron -14,8 y -14,5 por ciento, respectivamente. Distinguiendo por tipo de tenedor, se comprueba que la caída se explicó fundamentalmente por las tenencias de personas humanas, que concentran cerca del 85% del total.