Página/12 en Italia

Desde Roma

En las elecciones regionales italianas de este domingo y lunes en Lombardía -norte del país, donde está Milán, corazón económico de Italia- y en el Lacio -región de Roma y corazón político de la península-, ganó la coalición de centro derecha integrada por los partidos que participan del gobierno nacional desde octubre pasado: Fratelli d’Italia (FDI) de Giorgia Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi. La coalición obtuvo el 54 por ciento de votos en el Lacio y el 55 por ciento en Lombardia, mientras la coalición de centroizquierda liderada por el Partido Democrático (PD) consiguió el 34 por ciento, tanto en el Lacio como en Lombardía donde se presentó junto al Movimiento Cinco Estrellas (M5S). En el Lacio el M5S se presentó con otros partidos y obtuvo el 11 por ciento de los votos.

El candidato de la Liga y de la centroderecha, Attilio Fontana, que era el presidente hasta ahora de Lombardía, lo seguirá siendo luego de haber ganado estas elecciones. En el Lacio, gobernada hasta ahora por el muy respetado exponente de la centroizquierda Nicola Zingaretti, gobernará como presidente el exponente de la centroderecha, Francesco Rocca.

Pero si algo se temía como componente determinante de estos resultados, era el abstencionismo, el desinterés de más de 12 millones de personas con derecho al voto, que en Italia no es obligatorio. Hasta hace unos años, la afluencia electoral superaba el 80 por ciento. Esta vez, sólo se presentó el 37 por ciento en el Lacio y el 42 por ciento en Lombardía. En las elecciones regionales de 2018 se había presentado el 67 por ciento en el Lacio y el 73 por ciento en Lombardía. Esto habla de un país que aun está sufriendo una profunda crisis a nivel social y económico, pero también psicológica desde la pandemia de Covid-19 hace más de tres años, que aumentó el aislamiento, el desinterés y la incredulidad hacia los políticos y el futuro del país, la región y la propia provincia.

En estas elecciones, no sólo se tenía que elegir el presidente de las regiones sino también sus juntas de gobierno. Pero no está prevista la realización de una segunda vuelta electoral. como si lo está en las elecciones políticas nacionales. En las regionales son elegidos simplemente el candidato a presidente y la junta más votados.

Muchos se preguntan por qué las coaliciones de la centroizquierda, lideradas por el PD y el M5S quedaron tan desplazadas. Entre estos dos partidos han habido muchas diferencias últimamente y en el Lacio no llegaron a un acuerdo para presentarse juntos. Sí lo hicieron en Lombardía.

El PD está viviendo una dura crisis interna desde hace varios meses. Y para reorganizarse o refundarse, como quieren algunos, está haciendo debates, congresos y elecciones en cada provincia y en cada región para elegir nuevos dirigentes y discutir los objetivos del partido. Todo esto le ha costado un alto precio a nivel de popularidad y generado un cierto desequilibro. Y para estas elecciones, además, hicieron una muy limitada campaña electoral. No obstante, el PD mantiene su nivel de preferencias en torno al 21 por ciento que ya obtuvo en 2018. “He combatido como un león -declaró en alusión a las polémicas con el M5S, el candidato de la centroizquierda en el Lacio, D’Amato- el verdadero derrotado es el M5S; Conte -presidente del M5S- debería reflexionar”.

Ganadores y perdedores

Conociendo el peligro del abstencionismo, después de haber votado el domingo, el ex primer ministro y líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, cuyo partido es parte de la coalición de derecha que gobierna Italia, quiso recordar a todos los ciudadanos de Lombardía y Lacio que “el voto no es sólo un derecho sino también un poder que tienen los ciudadanos para elegir a aquellos por los que quieran ser gobernados y decidir así sobre el propio futuro. Quien no vota, no es un buen ciudadano. Quien no vota,  no es un buen italiano”, subrayó ante periodistas. También la primera ministra Giorgia Meloni, de la derechista Fratelli d’Italia, invitó a votar al salir de la sede electoral: “estas elecciones son importantes. Vayan a votar”.

Y tal vez gracias -en parte- al abstencionismo, la derecha salió ganadora. “El abstencionismo subraya que 10 años de gobierno de centroizquierda han alejado a los ciudadanos. Nuestro objetivo es retomar la confianza y la participación”, declaró el nuevo presidente de la región Lacio, Francesco Rocca, quien no mencionó la crisis desencadenada por la pandemia.

“Ha sido una victoria de equipo, llevada adelante de manera coordinada por toda la coalición”, declaró Attilio Fontana. “Estoy muy satisfecho de que los ciudadanos hayan comprendido nuestra capacidad para afrontar momentos difíciles”, agregó Fontana que será presidente de Lombardía por segunda vez

Gianni Cuperlo -candidato a secretario del PD- dijo sobre el hecho de que la derecha vuelva a gobernar dos regiones: “solo la unidad de las oposiciones puede derrotar a la derecha y sin el PD, no existe ninguna posibilidad de derrotarla. No entender esto hoy, sería como un crimen político”.

Quiénes son Francesco Rocca y Attilio Fontana

En estas elecciones se presentaron dos candidatos sociólogos, cosa bastante rara cuando en general son abogados o personas con experiencia política o administrativa. Una fue Mara Ghidozi, candidata en Lombardía por la coalición de izquierda Unión Popular. El segundo sociólogo era el principal candidato del centroizquierda del Lacio, Alessio D’Amato. Los dos candidatos ganadores de la alianza de derecha, Francesco Rocca y Attilio Fontana, son abogados.

Nacido en Roma en 1965, Rocca ha sido presidente de la Cruz Roja italiana y de la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y Medialuna Roja. También colaboró con organizaciones católicas como Cáritas y el servicio jesuita para los refugiados. Ha dedicado varios años de su carrera como abogado a la lucha antimafia y por las amenazas recibidas, vive bajo custodia policial desde hace tiempo.

Attilio Fontana, exponente de la Liga, nació en 1952 en la ciudad lombarda de Varese donde fue alcalde en dos períodos (2006- 2016). Fue elegido por primera vez presidente de Lombardía en 2018. Tiene un estudio legal en su ciudad natal que ahora dirige una de sus hijas.