Siete personas de nacionalidad búlgara fueron detenidas por las autoridades del país europeo, implicadas en la muerte por asfixia de 18 refugiados afganos en un camión abandonado cerca de la capital Sofía. El director del Servicio Nacional de Investigación, Borislav Sarafov, informó que los detenidos están sospechados de integrar una banda dedicada al tráfico ilegal de personas.
Entre los aprehendidos está el supuesto líder de la banda, que tiene antecedentes penales por una condena condicional por la misma actividad, dictada recientemente en su contra. Según Sarafov, los detenidos llevaban "mucho tiempo" traficando con personas desde la frontera con Turquía hasta el límite con Serbia.
Los detenidos enfrentan hasta 15 años de prisión si son declarados culpables de homicidio involuntario y participación en el crimen organizado y tráfico de personas. Uno de los sospechosos sigue prófugo y fue acusado en ausencia.
Murieron 18, viajaban 52
En el camión que fue hallado abandonado este viernes cerca de Sofía, y que había sido adaptado para esconderlos, el grupo transportaba habitualmente hasta 35 personas. "Probablemente por codicia, los traficantes cargaron 52 migrantes", lamentó Sarafov.
De esas personas 18 fallecieron por asfixia, en una muerte lenta y dolorosa, según las primeras investigaciones de los médicos forenses. En tanto, 34 están bajo tratamiento en diversos hospitales de la capital, más de la mitad en estado grave. Sarafov detalló que todos los fallecidos son afganos de entre 13 y 35 años, salvo un niño de seis o siete años.
Los investigadores dijeron que los conductores del camión escucharon ruidos fuertes y golpes provenientes de la parte trasera del vehículo, pero se detuvieron más tarde, cuando descubrieron a las víctimas y huyeron. "Las personas transportadas estaban acurrucadas y empujadas unas contra otras como en una lata… Murieron lenta y dolorosamente durante 30 a 60 minutos. Es una tragedia humana extraordinaria", declaró Sarafov.
Pagaron hasta 7.000 euros
El director del Servicio Nacional de Investigación indicó que cada migrante pagó entre 5.000 y 7.000 euros para ser transportado a Francia, Alemania o Reino Unido. A su vez el jefe del grupo búlgaro cobró entre 500 y 1.000 euros por persona, según Sarafov.
Bulgaria, miembro de la Unión Europea pero no de la zona Schengen de libre circulación, forma parte de la ruta por la que inmigrantes y refugiados tratan de llegar a través de Turquía, Serbia y otros países de los Balcanes, hasta países ricos de Europa Occidental. El país viene tratando de reforzar la seguridad para detener a un número creciente de personas que buscan cruzar a través de la frontera sur con Turquía.
Bulgaria enfrenta crecientes acusaciones de abusos por parte de las fuerzas de seguridad que intentan impedir que la gente entre, y los solicitantes de asilo dicen que han sido encerrados, desnudados y golpeados. En 2015, tres camioneros búlgaros fueron detenidos y acusados de la muerte de 71 inmigrantes hallados sin vida junto a una autopista austriaca.
En octubre de 2019, la policía británica encontró los cuerpos de 39 personas en el remolque de un camión frigorífico en Essex, al este de Londres, Reino Unido. La policía dijo que todas las víctimas, cuyas edades oscilaban entre 15 y 44 años, provenían de aldeas empobrecidas de Vietnam y se creía que habían pagado a contrabandistas para ser llevadas bajo la promesa de una vida mejor. El camión había llegado a Inglaterra en un ferry procedente de Zeebrugge, en Bélgica.