Twitter despidió el último fin de semana a al menos 200 empleados, el 10% de su fuerza laboral, según el diario The New York Times, en momentos que continúan los recortes de empleos en los gigantes tecnológicos de Estados Unidos.

Entre las personas que fueron desafectadas se encuentra Esther Crawford, quien se hizo conocida mundialmente a comienzos de noviembre cuando Musk se hizo cargo de la red social. En aquel entonces, se viralizó una foto de la ejecutiva de productos de la empresa durmiendo en las oficinas y reivindicando las exigencias del empresario sudafricano, entre ellas, el pasar la noche en las instalaciones de Twitter para lograr una "mayor productividad".

La noticia fue confirmada por el diario The New York Times, que detalló que los despidos comenzaron en la noche del sábado y concluyeron en la jornada del domingo, después de varios días en que algunos empleados comenzaron a ver recortadas sus cuentas en el servicio de mensajería interna Slack o privados de sus cuentas corporativas o de sus computadoras portátiles.

Entre los afectados hubo expertos en datos digitales, jefes de producción e ingenieros encargados de configurar algoritmos o del mantenimiento de las distintas aplicaciones de Twitter. Crawford, quien se había hecho cargo del lanzamiento de la membresía paga Twitter Blue, cayó en esa nómina de despedidos.

El mensaje de Crawford tras los despidos

En las primeras horas de este lunes, Esther Crawford, quien comenzó a trabajar en Twitter en 2020 luego de que su aplicación Squat (de app de chats de video) fuese absorbida por la compañía, compartió un mensaje en el que se mostró orgullosa por "apostar a Twitter 2.0".

"Lo peor que podrían hacer sobre toda mi apuesta a Twitter 2.0 es creer que mi optimismo y trabajo fueron un error", apuntó la ahora exejecutiva de la compañía.

"Los que abuchean y se burlan están necesariamente al margen y no en el campo. Estoy profundamente orgullosa del equipo que se construyó a través de tanto ruido y caos", cerró.

Los despidos masivos de Elon Musk

Tras solo una semana de hacerse con la propiedad de Twitter, Elon Musk se deshizo de prácticamente la mitad de las 7500 personas que trabajaban en la red, con tandas de despidos en la sede central de San Francisco y en otras sedes en el mundo, mientras que otros cientos la abandonaron voluntariamente en medio de la expectativa y desilusión de este cambio de rumbo.

Sin embargo, en noviembre pasado, Musk dijo en una reunión interna que no tenía pensado hacer más recortes de personal, lo que parece en contradicción con lo sucedido en el fin de semana y que no ha sido públicamente explicado, como tampoco lo fueron las anteriores tandas de despidos.

La red social busca por todos los medios reducir sus pérdidas, para lo cual cerró oficinas, rescindió contratos con compañías de servicios (de limpieza, por ejemplo) y remató cientos de muebles y objetos. En paralelo, puso en marcha el llamado Twitter Blue, una versión paga (8 dólares al mes) que permite al usuario editar sus tuits o que aparezcan más arriba en el "feed" que ven los demás, entre otras funciones.

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