Manuel Passaglia, intendente de San Nicolás por el PRO, acudió a indagatoria junto a su familia ante el Juzgado Federal N°2 de esa localidad, por la causa en la que se los investiga en una causa por corrupción. La citación alcanzó también al jefe del clan y anterior intendente, Ismael Passaglia, y su hermano Santiago, actual diputado provincial por el PRO, con fecha del próximo 6 de marzo. Se investigan los posibles delitos de “enriquecimiento ilícito y lavado de dinero”.

Los Passaglia no temen al escándalo ni a las polémicas. Ya lo demostraron en 2017, cuando Ismael aceptó dirigir el Instituto Provincial de la Vivienda, tras un ofrecimiento de María Eugenia Vidal, pese a haber sido elegido al frente del municipio en el 2015 desde la boleta del Frente para la Victoria. Los votantes se quedaron, entonces, con la representación cambiada. Primero, por la defección de su intendente. Luego, porque quien lo sucedió interinamente, de acuerdo a la ley de municipios, fue el entonces presidente del Concejo Deliberante y todavía intendente, Manuel Passaglia, que al igual que su padre, se cambió de equipo, del peronismo al PRO, en mitad del partido.

Los problemas judiciales de los Passaglia no son exclusivos del fuero federal. Desde 2020 se encuentran en conflicto con la Suprema Corte de Justicia bonaerense y el Ministerio de Ambiente a cargo de Daniela Vilar, por el manejo de la reserva Aguiar, un humedal importante a orillas del río Paraná. Aprovechando la cuarentena, y con la manifiesta oposición de organizaciones de vecinos y ambientalistas, el municipio inició una serie de obras, como ensanchamiento de camino, puente e instalación de mobiliario fijo en las playas, contrarios al plan de manejo establecido y aprobado por el concejo deliberante, con rango de ordenanza municipal. Las obras avanzaron y la causa también, hasta el punto que, en enero pasado, empleados municipales cortaron las cintas de clausura para acceder y facilitar el acceso al público, violando abiertamente una decisión judicial.

Fabián Maggi, abogado de la Comisión Nicoleña por el Ambiente (CoNA), afirma que “facilitaron el acceso a las playas y pusieron instalaciones nuevas, en vez de hacer el mantenimiento necesario en ambas plantas de tratamiento de efluentes cloacales. que a pesar de ser casi nueva está totalmente deteriorada, y vuelcan directamente al río. La misma municipalidad que te invita a disfrutar la playa, es la que contamina el agua del río que usan los bañistas”. La preocupación de los ambientalistas es que se replique el modelo de Nordelta, del que ya hay indicios: se han cerrado con muros o alambre perimetral varias fracciones, paso previo que generalmente antecede al loteo. “Los amigos del poder compraron barato, sabiendo por dónde iba a pasar la obra pública y qué terrenos valorizaría”, sostienen

De acuerdo a la versión de la fiscalía, Ismael J. Passaglia, desde su ingreso a la administración pública en 1991 “ha registrado un incremento patrimonial ostensible, demostrado a través de los numerosos bienes muebles e inmuebles adquiridos por sí y a nombre de integrantes de su grupo familiar, los cuales no guardarían correspondencia con los ingresos lícitos percibidos por el mismo en el ejercicio de la función pública”. Los fiscales advirtieron sobre “el elevado nivel de vida detentado por todos los miembros de la familia Passaglia, con innumerables viajes al exterior, elevados gastos mediante tarjetas de crédito de titularidad de Ismael J. Passaglia; adquisición de productos suntuosos, adquisición de divisas extranjeras, así como tenencias de plazos fijos del grupo familiar por sumas millonarias, todo lo cual resulta una demostración del incremento patrimonial injustificado que se le atribuye".