El empresario Carlos Pedro Tadeo Blaquier murió impune a los 95 años después de un mes de internación. El dueño de la empresa Ingenio Ledesma fue procesado hace once años por secuestros ocurridos en 1976 en la zona de influencia del ingenio Ledesma en Jujuy, pero la Justicia dilató tanto el proceso que nunca se pudo sentar en el banquillo de los acusados.

Una de las víctimas de Blaquier fue Luis Arédez, médico y exintendente de la ciudad jujeña de Libertador San Martín, quien fue secuestrado y desparecido con la complicidad del empresario con la dictadura cívico-militar.

Ricardo, hijo de Luis y querellante en la causa, habló con AM750 sobre lo que sintió al conocer la noticia: "Todos los días me levantaba para saber si en algún diario había noticias de que este hombre seguía vivo y si la justicia de una vez por todas le hacía rendir cuentas en un gobierno democrático", dijo.

"Hoy me llamaron porque me fui a trabajar y no leí nada. Me llamaron y me dieron esta noticia. Se fue impune", lamentó en Aquí, allá y en todas partes.

Luis Arédez era médico y trabajaba en Ingenio Ledesma desde fines de los años 50, hasta que fue echado por los costos que generaba al recetar demasiados medicamentos para los obreros y sus familias. Luego siguió asesorando al sindicato e ingresó como prestador a la obra social de los trabajadores. Durante su breve gestión como intendente en Libertador San Martín, entre 1973 y 1974, le reclamó a la empresa impuestos adeudados e intentó incorporar las fábricas de Ledesma al ejido urbano. Pero Ledesma nunca pagó.

Luego de su primer secuestro, Luis fue legalizado y pasó varios meses en el penal de Gorriti y en la Unidad Penal de La Plata. Fue liberado un año después y, a los pocos meses, fue nuevamente secuestrado y desaparecido. Su esposa, Olga Márquez de Arédez, encabezó durante años las marchas en reclamo de Justicia por la desaparición de Luis y por los crímenes de la denominada "Noche del Apagón", y falleció en 2005 por una enfermedad inducida por el bagazo, es decir la contaminación por los residuos de caña de azúcar. Por lo que, directamente, Blaquier es responsable de la muerte de los padres de Ricardo Arédez.

"Nunca creyó que la Justicia lo llevara al banquillo de los acusados porque fue poderoso", aseguró Ricardo.

"Ellos siguen violando los derechos humanos hasta el día de hoy en la ciudad de Libertador General San Martín, que está a 1km de las instalaciones del Ingenio Ledesma en Jujuy", señaló.