La inflación mayorista fue 7 por ciento en febrero, en línea con la inflación minorista que marcó 6,6 por ciento en igual mes. La evolución de los precios mayoristas suele anticipar los movimientos que enfrentará luego el consumidor, de modo que el dato publicado el martes por Indec es señal de que continuarán las presiones inflacionarias por el lado de los valores a los que importadores y productores venden en el mercado local.

El alza de los productos nacionales fue 6,8 por ciento, mientras el de los importados fue 9,2 por ciento. Este guarismo puede dar cuenta de la influencia de la brecha cambiaria sobre los precios domésticos, que se viene registrando desde julio de 2022 y creció en los últimos meses: 1,6 puntos era la discrepancia en julio versus 2,4 en febrero de 2023.

En cuanto al aparato productivo local, los precios de los productos primarios y de la energía crecieron por encima de los industriales. Los primarios en promedio aumentaron 8,8 por ciento mensual, destacándose en ese grupo los pesqueros con alzas del 16,7 por ciento y luego los agropecuarios que aumentaron 10,3: las frutas subieron 20 por ciento pero desaceleraron respecto de enero, en tanto la carne vacuna y los lácteos crecieron 16,5 por ciento versus el elevado 11,6 también de enero. Por el lado de la energía eléctrica se registró una fuerte suba del 10,8 por ciento en el mes.

En cuanto a los productos industriales la suba fue de 6,2 por ciento en febrero. Los vinculados con alimentos registraron las alzas mayores: elaborados cárnicos 18,6 por ciento, conservas de pescados 12 por ciento y derivados del almidón 16,2 por ciento. Las bebidas subieron solo 4 por ciento. Y también con variación de dos dígitos se ubicó el rubro de calzados que aumentó 10 por ciento en el mes, y los insumos industriales como las pinturas, las fibras manufacturadas, rodamientos y algunos productos de fundición y de precisión.