Cuando Líbero se asomó a la luz del deporte, a comienzos de 1998, Lionel Messi era un chiquilín de 10 años que cursaba la escuela primaria en su Rosario natal y ya generaba asombros eludiendo pibes como si nada en las divisiones infantiles de Newell’s. O sea, estas páginas que hoy cumplen 1000 lunes con sus lectores, han visto aparecer, crecer, consagrarse y en algunos casos, extinguirse a muchos de los más grandes deportistas y equipos de la historia. De todos ellos dimos testimonio, mayor o menor. Nos encendieron el asombro a la hora de sus triunfos. Nos obligaron a buscar la palabra precisa, el concepto más afinado, la idea más cabal para poder contarlos.

Vimos, por ejemplo la creación y la consagración del Boca más glorioso de todos, el de Carlos Bianchi. Delante de nuestra mirada, Juan Román Riquelme se transformó, acaso, en el mayor ídolo xeneize, Martín Palermo llegó a ser el goleador boquense de todos los tiempos y Bianchi se convirtió en una leyenda. En las 1000 ediciones de Líbero, Boca sumó 10 campeonatos locales, 2 Copas Argentina, 4 Copas Libertadores y 2 Copas Intercontinentales. 

Y en esas mismas 1000 ediciones entraron los 7 títulos de Primera de River, la Copa Argentina que logró el año pasado ante Rosario Central, sus 2 Copas Libertadores y también, la pena máxima del descenso de 2011. Nunca imaginamos tener que describir algo así. Pero sucedió. Y hubo que contarlo aquella vez con la incredulidad explotándonos en la punta de los dedos. Sabiendo que la historia estaba pasando por delante de nosotros.

A Racing lo vimos romper la racha negra de 45 años sin campeonatos en 2001 en medio de un país que estallaba y lo vimos repetir en 2015 con Diego Milito como símbolo. San Lorenzo concretó el sueño máximo de ganar la Copa Libertadores en 2014 y anotó otros tres títulos en su gran historia. Independiente apenas si pudo festejar en el Apertura 2000 y fue otro de los grandes que descendió en nuestro tiempo.

Hicimos con aquella Selección de Daniel Passarella la previa del Mundial de Francia de 1998 y sufrimos una decepción grande que se renovó luego en Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Con Messi en la cancha y Diego Maradona como DT, creímos que la gloria del tercer título mundial llegaría en Sudáfrica 2010. Pero no fue posible. Alemania dejó afuera a la Argentina ese año y también en la final de Brasil 2014. Todas esas emociones pasaron por nuestras páginas, que tampoco dejaron de lado la irrupción extraordinaria de Messi en el Barcelona, sus 30 títulos a partir de 2005 y su instalación indiscutible como uno de los cinco mejores futbolistas de la historia.

Pero no vivimos sólo del fútbol. Nos emocionamos con la Generación Dorada del Básquet cuando ganó la medalla dorada en Atenas 2004, el bronce en Beijing 2008 y fue Subcampeona del Mundial de Indianápolis en 2002 y vibramos con la explosión de Emanuel Ginóbili, cuatro veces campeón de la NBA con San Antonio y uno de los más grandes del deporte argentino de todas las épocas.

De tanto desearla, recién el año pasado y luego de tantas frustraciones pudimos decir que Argentina por fin había ganado la Copa Davis, luego de que Gastón Gaudio venciera a Guillermo Coria en aquella final imborrable de Roland Garros de 2004 y que Juan Martín del Potro se consagrara ante Federer en el Abierto de EE.UU. de 2009 y lograra dos medallas olímpicas.

Contamos además el ciclo glorioso de Omar Narváez como bicampeón mundial de boxeo, el batacazo de Carlos Baldomir en el Madison de Nueva York, el estallido popular que provocó “Maravilla” Martínez y las dos peleas del “Chino” Maidana con Floyd Mayweather, los siete títulos de Guillermo Ortelli en el Turismo Carretera, el boom mundial de Las Leonas en el hockey femenino y una por una, las 24 medallas olímpicas ganadas desde los Juegos de Sydney 2000. ¿Quiénes serán los próximos Messi, Riquelme, Ginóbili, Federer o Usain Bolt? Desde hoy nos quedan por delante otras 1000 ediciones para poderlos encontrar.