Un severo esguince de rodilla con una posible rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda, fue la causa de la rotunda derrota que Jorge Sebastián Heiland sufrió ante el estadounidense Jermall Charlo, por la eliminatoria del título mundial de los medianos del Consejo. Heiland perdió por nocaut técnico en el 4° round, y acusó haber sufrido la lesión no bien comenzó la pelea realizada en el Barclay’s Center de Brooklyn (Nueva York).

Si las chances de Heiland eran escasas estando aún en la plenitud de sus recursos físicos, sus visibles dificultades para trasladarse sobre el ring las redujeron a cero en menos de un minuto. Incoordinado y sin estabilidad en sus piernas, el boxeador argentino fue un blanco sencillísimo para Charlo, quien trabajó con total libertad y que lo derribó en dos ocasiones antes de que el árbitro Benji Estevez, al cabo de la segunda caída, decretase el final de un combate demasiado desigual.

Incluso, antes de la tercera y la cuarta vuelta, los médicos de la Comisión Atlética del estado de Nueva York, subieron al rincón de Heiland (71.750 kg) para revisar su rodilla lesionada y lo habilitaron a proseguir. Pero fue imposible. Su pierna izquierda estaba endurecida, sus movimientos eran cada vez más torpes y Charlo (72,210) lo maltrató con una zurda vigorosa y profunda en jab y en directo que Heiland nunca pudo sacarse de encima.

Algunos observadores creyeron ver dificultades en los desplazamientos de Heiland durante el pesaje realizado el viernes. Pero sus segundos principales (su suegro Luis Alegre y Martín “Pileta” Maidana) no reportaron ningún incidente en la previa de la pelea. Recién en la madrugada de ayer y a través de la cuenta oficial de twitter del llamado “Team Maidana”, informaron de la lesión que dejó con las manos vacías al argentino justo en la noche de la pelea más importante de su carrera. Y abrió una serie de interrogantes que bueno sería que Heiland y su equipo pudieran contestar a la brevedad.