La cesión provisoria de un campo en desuso del Estado para el desarrollo de una colonia agroecológica que generará puestos de trabajo y alimentos a precios justos para los habitantes de Mar del Plata generó una enardecida reacción en cadena de la dirigencia de Juntos por el Cambio, que disfrazó la noticia de “regalo de tierras”, “usurpación” y “toma” –según el grado de entendimiento e irresponsabilidad– y retomó su tradicional catilinaria para estigmatizar a los pequeños productores rurales del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE).
La noticia que paradójicamente trascendió a partir de su tergiversación antes de conocerse como tal es que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) cedió por seis meses a la ONG Tercer Tiempo, de General Pueyrredón, un predio de 140 hectáreas que el Estado no usa desde hace décadas, ubicado en el barrio El Marquesado, al sur de Mar del Plata, a fin de que se lo acondicione para desarrollar un proyecto agroecológico en el que ya trabajan profesionales de la Universidad Nacional de esa ciudad y del Conicet, que incluirá “chacras productivas con viviendas para las familias productoras y el desarrollo de un camping balneario”, según el convenio firmado por ambas partes.
“El proyecto promueve nuevas formas de producir, cuidando el ambiente y la salud, mejorando las condiciones de trabajo de los pequeños productores y generando alimentos sanos y a precios justos para los vecinos de General Pueyrredón, especialmente comedores y merenderos”, informó Gabriela Carpinetti, directora nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia. Agregó que desde el organismo se explicó el proyecto a los vecinos “para transmitir tranquilidad” y que “llegamos a un buen entendimiento”, y que esa política estatal constituye además “una forma de custodiar las tierras fiscales para evitar ocupaciones ilegales”. “El rol del Estado es desarrollar políticas orientadas al bien común, como lo hizo Evita cuando construyó aquí mismo los hoteles donde millones de trabajadores pudieron veranear por primera vez”, recordó.
“Se trata de la concreción de una propuesta histórica para dichas tierras, pensado con la construcción del Complejo Turístico Chapadmalal”, contó Juan Grabois, referente del MTE. “El proyecto se suma a otras iniciativas que buscan afianzar la agricultura familiar, resolviendo las dificultades del acceso a la tierra para muchas personas que actualmente trabajan en condiciones de arrendamientos costosos y precarios”, agregó. La novedad ayer fue que “hicimos posesión del predio y su custodia, como lo marca el convenio firmado el 16 de febrero y por el cual nos apersonamos”, precisó, y aclaró que “no se instalará ningún asentamiento, sino que allí vivirán quienes trabajen la tierra”.
A pesar de la reunión en buenos términos que referentes del MTE mantuvieron la semana pasada con vecinos del predio para interiorizarlos del proyecto, la llegada de unos 40 productores para iniciar los trabajos ayer por la mañana derivó en la reacción de supuestos propietarios de la zona, que no tardaron en acercarse para increparlos y manifestarles su rechazo. La tensión que se generó derivó en la presencia de la policía bonaerense y el traslado de los vecinos enfadados a la Ruta 11, donde cortaron el tránsito para intentar magnificar su reclamo.
Para arrimar leña al fuego se hizo presente en el lugar el secretario de Seguridad marplatense, Martín Ferlauto. “Nosotros, como gobierno municipal, vamos a hacer lo posible porque no se establezcan acá, porque no se establezcan la granja y todo el proyecto que ustedes quieren hacer”, le advirtió el funcionario a miembros del MTE. “Porque ya sabemos lo que pasó en otros lugares. No queremos que Mar del Plata se convierta en lo que pasó en otras ciudades, por ejemplo del Conurbano bonaerense”, agregó levantando el tono. “No me interesa”, respondió cuando intentaron explicarle las visiones sobre el tema del Estado nacional y bonaerense, en un video que circuló por las redes antisociales.
En el mismo lodo virtual se sucedieron las tergiversaciones y exabruptos de los dirigentes de Juntos por el Cambio. El más rápido para salir a sembrar cizaña fue el auditor general Miguel Ángel Vainilla, quien alertó que “siguen las locuras y la entrega de tierras nacionales (sic) por parte del gobierno nacional”. “Ahora le regalaron a Juan Grabois y su organización social las tierras del Marquesado frente al mar en Mar del Plata. Sigue el regalo de nuestro territorio. Verdadera historia de la infamia”, lanzó.
“Lo que está pasando en la zona de El Marquesado es de extrema gravedad. Porque mientras los marplatenses trabajan para progresar y hacer crecer a la ciudad, otros proponen regalar tierras, con fines político-partidarios, haciendo las cosas de forma totalmente ilegítima”, saltó al ruedo minutos después el intendente Guillermo Montenegro. “Estamos en contacto con los vecinos, trabajando con las Fuerzas de Seguridad y la Justicia para frenar estas acciones que no avalamos de ninguna manera. Siempre voy a defender a los que laburan y se rompen el lomo. Fuera de la ley, nada”, agregó el ex juez federal, quien no explicó en qué consistía la supuesta ilegalidad y por la tarde se abocó a idear argumentos jurídicos para intentar frenar el proyecto productivo.
“El Gobierno entrega tierras nacionales a sus amigos como si fueran caramelos”, saltó luego Diego Santilli, especialista en la materia por su gestión en la ciudad de Buenos Aires y uno de los muchos aspirantes a competir por la gobernación bonaerense.
“Es una locura lo que está pasando en El Marquesado. El gobierno Nacional le quiere regalar a sus amigos tierras que son de los argentinos”, escribió para no quedar relegado el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta, insuperable especialista en privatizar espacios públicos en beneficio de amigos durante las gestiones del PRO en la ciudad. “Un manejo injusto que pone a argentinos contra argentinos”, añadió, simulando repudiar lo que fomenta.
Cerró la cadena el ex presidente Mauricio Macri. “Repudio total a la situación de El Marquesado, donde el movimiento de Grabois intenta una vez más usurpar tierras (sic) con la complicidad del gobierno, la ilegalidad y el patoterismo que los caracteriza”.
La única voz que salió a responder oficialmente
desde el gobierno nacional fue la de Carpinetti. “¿Qué está pasando en
Chapadmalal? El Estado Nacional, en absoluta legalidad y ejercicio de su
autoridad, cumpliendo con todo marco normativo, otorgó la custodia de un campo
q es propiedad del Estado y está en desuso hace décadas, para el desarrollo de
una colonia agroecológica”, explicó, y lamentó “lo que difunden los voceros
opositores del odio y la desinformación”.
"Macri miente, genera violencia y no tiene ni una propuesta. No existe la "gente de Grabois", hay productores y profesionales del CONICET que obtuvieron autorización para desarrollar en 140ha del Estado abandonadas un proyecto agreocológico modelo. Todo mi apoyo y admiración", concluyó Grabois en una publicación que hizo en redes sociales.