Scaramucci había sido señalado como responsable del despido del ex jefe de gabinete, Reince Priebus, quien fue sustituido por el general John Kelly, hasta ahora secretario de Seguridad Interior, cuya primera medida fue pedir al presidente Trump el despido inmediato de Scaramucci.

De acuerdo con el breve comunicado de la oficina de prensa de la Casa Blanca, Scaramucci "sintió que lo mejor era darle al secretario general John Kelly un nuevo comienzo y la posibilidad de montar su propio equipo. Le deseamos lo mejor".

Al comenzar la jornada, Trump había negado por Twitter que hubiera un ambiente de "caos" en la Casa Blanca.

Al ser nombrado Director de Comunicaciones de la presidencia, Scaramucci había asegurado que Trump lo había llamado para poner fin a las filtraciones a la prensa, pero su llegada a la Casa Blanca desató una feroz lucha intestina.

Su nombramiento provocó la renuncia inmediata del portavoz presidencial, Sean Spicer, pero Scaramucci puso la mira en Priebus, a quien acusaba de ser el responsable por las filtraciones a la prensa.

En su primer pronunciamiento público, Scaramucci dejó claro que se reportaba "directamente al presidente", adelantando de esa forma que no pretendía discutir nada con Priebus.

A pesar de que el desplazamiento de priebus parecía indicar que Sacaramucci había ganado la partida, la divulgación de una explosiva llamada de Scaramucci a un periodista, repleta de vulgaridades e insultos del más bajo nivel dirigidos a Priebus y a otros funcionarios de la Casa Blanca, pareció sellar su suerte.

En esa llamada, Scaramucci adelantó que pretendía despedir a quien fuera necesario y había calificado a Priebus como un "puto esquizofrénico paranoide, un paranoico".

Casi simultáneamente se conoció que la esposa de Scaramucci había presentado formalmente el divorcio, cansada de la obsesión de su marido con conseguir un nombramiento en la Casa Blanca.

Multimillonario, con larga actividad en el sector bancario, Scaramucci se había aproximado a Trump durante el proceso de organización del nuevo gobierno, donde esperaba conseguir un puesto en la sede presidencial. Según Scaramucci, Priebus había operado para evitar que ello ocurriera.