Un jurado popular decidirá este viernes si los 13 policías acusados por el crimen y el encubrimiento de Blas Correas, quien fue asesinado en la ciudad de Córdoba en agosto de 2020, son culpables o no. 

En la etapa de alegatos, la Fiscalía a cargo de Fernando López Villagra solicitó que los policías Lucas Gómez y Javier Alarcón reciban la pena de prisión perpetua por ser coautores de los delitos de "homicidio calificado por sus funciones, por empleo de armas de fuego, y homicidio calificado por abuso de su función en grado de tentativa reiterado" contra los otros cuatro ocupantes del auto. Además, los responsabilizó por la tentativa de homicidio de los otros cuatro jóvenes que iban en el vehículo y que de milagro no resultaron heridos.

Con respecto a los otros 11 policías imputados, el fiscal pidió cinco años y nueve meses de prisión para la oficial ayudante Yamila Martínez, la compañera de patrullero de Gómez y quien participó del supuesto rastrillaje en el que secuestraron el arma en el auto de los jóvenes. También solicitó seis años de prisión para Walter Soria, Jorge Galleguillo, Sergio González y Juan Antonio Gatica; cinco años y nueve meses para Enzo Quiroga; cinco para Leonardo Alejandro Martínez, Rodrigo Toloza y Ezequiel Agustín Vélez; y cinco años y cuatro meses para Leandro Alexis Quevedo.

Los abogados de los imputados solicitaron la absolución de todos excepto de Lucas Gómez. En ese caso pidieron una modificación en la imputación al sostener que "no tuvo intención de matarlo" ya que "tiró hacía bajo para que la bala pegara en la rueda".

"Pido una sentencia justa. No es con ánimo de revancha, sino con búsqueda de justicia y de intentar dejar al descubierto este perverso mecanismo institucionalizado y naturalizado de violencia policial en Córdoba", expresó Soledad Laciar, mamá de Blas, antes de la sentencia.

El joven de 18 años fue asesinado en agosto de 2020, en plena cuarentena, cuando salió con sus amigos a comer por el centro de la ciudad de Córdoba.