David y Fernando Quintana se formaron y transformaron en el Centro Cultural Ricardo Rojas, yendo y viniendo entre el teatro, el clown y la varieté, sumando a sus shows una presencia cada vez más fuerte de géneros como el cabaret y el vodevil. Con dirección artística del David, los shows de Los Quintana incorporan series, publicidades, canciones, noticias, personajes de la farándula y de la política, culebrones que conforman una varieté transformista de sátira queer que, originada en los escenarios del under de los noventa fue ampliando su universo con el surgimiento de nuevas tecnologías y redes sociales pero sin abandonar su estética: las infaltables pelucas, brillantinas y los tacones altos cargados de recorridos. Nacidos en Buenos Aires, dieron el puntapié artístico en Gualeguaychú, donde mantuvieron una década de éxitos en el mítico bar El Ángel, hasta que en 2003 decidieron instalarse en Chile, donde pasaron del under al teatro comercial en un salto que, finalmente, los empujó a forjarse como compañía de teatro y varieté. En 2011 desembarcaron en Madrid, crearon una segunda compañía teatral y continuaron cosechando éxitos con espectáculos como “Lo peor de Los Quintana”, que los mantuvo en cartel durante dos años a sala llena. Este sábado estrenan en Buenos Aires una única gala especial de “El Varietón”, un compilado de lo mejor de su carrera contado a través de dos amigas que se van cruzando con otros personajes que permiten recorrer todos sus números clásicos, pasar revista a la revista y montarse sobre la pasarela que transitará desde la nostalgia transformista hasta nuestros días, en los que las nuevas generaciones suman cientos de miles de reproducciones de sus videos en YouTube.

¿Cuánto del under de Buenos Aires en el que nacieron Los Quintana sigue estando en los shows?

David Quintana: Los artistas del under fueron referentes. Recuerdo estar en un show de Caviar y que me volara la cabeza el hecho de que el transformismo se pudiera teatralizar, porque era algo típico de pubs o de boliches gay. Al ver a esta gente que hacía lo mismo pero lo trasladaba al teatro me dije: esto es lo que quiero hacer.

¿Y por qué decidieron irse a Chile en 2003?

D. Q.: Era tiempo de cambiar, sumada la situación del país en 2001 y yo estaba un poco podrido de todo. Al comienzo trabajábamos como David y Fernando. El nombre del dúo nació allá. Al llegar a un lugar nos preguntaron quiénes éramos y como no teníamos nombre respondimos Los Quintana. La intención era mudarnos a España, pero en ese momento la situación económica era tremenda, salió Chile y nos fue muy bien.

Ahí comenzaron una nueva experiencia con el público del teatro comercial…

D. Q.: Siempre tuvimos buenas reacciones, porque lo que proponemos no jode ni agrede a nadie. Cuando llegamos a Santiago caímos con mucho material argentino y tuvimos que ir cambiando, porque eso no gustaba tanto, así que nos fuimos adaptando y dándole al show un toque más latinoamericano. Nuestra imagen de dos hermanos transformistas puede parecer fuerte, pero cuando ves el espectáculo eso pasa a un segundo plano. Es tanto lo que pasa en el show y lo que contamos, que el transformismo deja de ser tema y se vuelve un detalle.

¿Y por qué mantienen esa estética?

D. Q.: Porque se dio así y fue parte del juego. Hay una parte de lo femenino que me encanta, me atrae lo que tenga que ver con el vestuario. No me imagino haciéndolo como estoy ahora, con barba y así vestido. Mi proyecto es potenciar las compañías y subirme al escenario solo para ocasiones especiales, como ahora, como en una gala contra la homofobia que hicimos en Cuba o en el show del World Pride en Madrid, en el que participamos los dos.

¿El humor de Los Quintana es también un recurso para decir con suavidad lo que se les cante sobre situaciones sociales o cuestiones políticas de la comunidad lgbti?

D. Q.: Siempre hay una entrelínea, pero eso lo dejamos librado a cada uno. En Chile, por ejemplo, salió un libro que se llama Nicolás tiene dos papás y se armó un escándalo, porque la derecha y la iglesia allá todavía tienen mucho poder. Nosotros agarramos una nota de la televisión parodiando la situación e hicimos nuestro aporte. El humor siempre está un paso más adelante. No somos activistas ni militantes, pero cuando las agrupaciones nos invitan a participar, siempre colaboramos.l

Sábado 5 de agosto, a las 20.30, en ND Teatro, Paraguay 918.