La marcha para reclamar la aparición con vida de Santiago Maldonado, el joven que fue visto por última vez cuando intentaba huir de la represión de la Gendamería a una comunidad mapuche en Chubut, se desarrolló sin inconvenientes hasta cerca de las 19 frente al Congreso.

Tras el acto y en medio de la desconcentración, un pequeño grupo de unas 20 personas arremetió contra la policía que se encontraba custodiando el Congreso e incluso contra algunos trabajadores de prensa que estaban en el lugar. Según relataron los cronistas, el grupo de encapuchados gritó "viva la Anarquía" y "muerte al Estado", forcejeó con los agentes de seguridad, arrojó piedras y una bomba molotov, y pintó móviles periodísticos. Luego se retiraron y no hubo arrestos.

El viernes pasado hubo un antecedente similar: el curioso ataque a la Casa del Chubut en Buenos Aires. Ese día, mientras los familiares de Santiago Maldonado denunciaban la desaparición, un grupo de encapuchados se dirigió a la casa ubicada en el microcentro porteño en pleno horario laboral y realizó destrozos y pintadas. Lo curioso fue que hasta confundieron el nombre de Santiago y pidieron la aparición de “Seba”.

“Ya no queda ninguna duda que el acto vandálico que sufrió la Casa del Chubut en la mañana del viernes 4 agosto viene de parte de algún grupo contratado por Benetton, por el gobierno de Macri o de algún grupo que quiere ensuciar el nombre y la imagen de mi hermano y también el de los mapuches”, denunció a Página/12 Germán Maldonado, hermano de Santiago.

Además de haber escrito “APARICIÓN DE SEBA EL LECHU" -en lugar de “Santiago” o “Santi”-, lo más llamativo del ataque fue que a pesar de que ocurrió a las 10.30 de la mañana en pleno centro porteño no hubo ni un detenido ni se conocieron grabaciones de las cámaras de seguridad.

Los atacantes graffitearon también símbolos anarquistas y exigieron la liberación del líder mapuche Facundo Jones Huala. El Gobierno y distintos medios intentaron rápidamente adjudicar el ataque al grupo Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), al que tildan de “terrorista”.