Entre presentaciones musicales y talleres, el Festival Federal de Tango Mutante recupera escenarios y conoce su octava edición. Del 25 al 27 de mayo, distintos lugares de la ciudad ofrecerán conciertos y actividades, que congregarán a más de 50 músicos, además de talleristas y docentes, a partir de la organización que llevan adelante la Cooperativa Músicos Tangueros Rosarinos (Mutar) y el Centro Cultural La Casa del Tango.

“Después de la pandemia no pudimos hacer al festival y eso hizo que la fuerza grupal se desintegrara un poco, así que hubo que retomarlo y el logro es importante. Por todo esto, considero al festival también un acto de resistencia cultural, por el hecho de difundir músicos de acá, que además hacen tango. En este sentido, desde el festival tratamos de hacer hincapié en un tango que no sea solo for export sino también más actual, a través de músicos que componen sus propias canciones y de búsquedas estéticas que llevan a alguna renovación. Por otra parte, el festival viene a generar trabajo pero también a dar apoyo a todos estos actores culturales que hacen su apuesta por sostener el género y sus derivados. En eso radica lo más importante, en dar apoyo a músicos que en los medios masivos no tienen tanta atención”, explica Javier Ramírez a Rosario/12.

-Un espíritu tanguero y federal desde Rosario, algo que marca también una impronta.

-Dentro de la cultura tanguera, consideramos que Rosario es un polo importante. Suele hablarse de Buenos Aires, pero quienes estamos metidos en el tema sabemos que es entre Buenos Aires, Montevideo y Rosario donde el tango más se insertó y donde más historia tiene. La intención de que sea federal nos interesa porque es algo que a veces cuesta: es cierto que Dios atiende en Buenos Aires y con la música esto también pasa. A esta edición vendrán artistas de Rafaela y de Buenos Aires, con la idea de que esto siga creciendo y sea todavía más abarcativo.

-Destacan los talleres (ver aparte), además de variados todos gratuitos.

-Son gratuitos porque hemos recibido apoyo de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad y también del Ministerio de Cultura de la provincia. Y nos parece importante que sea así porque nuestra idea es que la gente se acerque y se difunda el movimiento del tango. En este sentido, hay talleres de todas las aristas que tienen que ver con la música. El taller de guitarra estará a cargo de Alfredo Sadi, músico uruguayo que es un emblema, ha sido acompañante de Zitarrosa, Grela, Goyeneche, un señor con una historia en el género como muy poca gente tiene. También hay un taller de producción, dictado por Noelia Sinkunas, que tiene un poco que ver con lo que hacemos desde la Cooperativa MuTaR, que es autogestionarnos e inventar un poco el trabajo, algo que los músicos y los actores culturales últimamente tenemos que hacer. Noelia tiene mucha experiencia en esa área y tiene sus métodos y maneras de trabajar, y es importante que se transmita esa experiencia. Hay talleres variados y para todos los gustos.

-Las presentaciones musicales (ver más adelante) también tienen esta variedad.

-Habrá tango más tradicional, también milonga –no se puede hacer un festival sin que haya una milonga–, y tango nuevo. Más allá del receso por la pandemia, las ediciones anteriores del festival permitieron que se mezclaran las generaciones, entre tangueros tradicionales y gente joven. Por eso a veces hablamos de una “milonga en zapatillas”, como para dar a entender que se tiene que abrir un poco la mente y que la gente se anime a participar. Por lo general, siempre se acerca un público variado, con gran influencia de gente joven, porque se apunta un poco a eso; de ahí también el nombre del festival y de la cooperativa, porque buscamos no caer en estereotipos y repetir siempre lo mismo.

El grupo de Analía Goldberg. Alfredo Sadi, músico uruguayo que es un emblema.