El dólar cerró ayer a 17,98 pesos, al subir 4 centavos. Las presiones en el mercado cambiario siguen firmes a pocos días de las elecciones y el Banco Central volvió a intervenir vendiendo 165 millones de dólares. Las reservas internacionales cayeron a 49.070 millones, con una baja de 235 millones. La autoridad monetaria en los últimos diez días sacrificó 512 millones de dólares para intentar mantener la cotización del tipo de cambio por debajo de los 18 pesos. El accionar de la entidad dista mucho del discurso que mantuvieron por meses sus autoridades. En las conferencias de prensa, Federico Sturzengger se jactaba de mantener una política de tipo de cambio flexible como en “los países respetables del mundo”, en la que el mercado decide el valor del dólar y la autoridad monetaria solo se preocupa por la tasa de interés. 

El Central actúa por un pedido directo del ala política del Gobierno para evitar que la cotización siga escalando. Existe un fuerte enojo de los funcionarios con el experimento de la autoridad monetaria de las últimas semanas de dejar subir el dólar y esperar a ver la reacción del mercado. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, le pasó ayer la factura a Sturzenegger y dijo por primera vez que la meta de inflación no se va a cumplir este año (ver página 9). En en Central afirmaban hasta hace pocos días que iban a cerrar el año con precios por debajo de 17 por ciento y que la sociedad a fin de año iba a poder juzgar el compromiso del organismo para bajar la inflación. El salto de precios de julio dio por cerrada la discusión y en el equipo económico ya usan las proyecciones de los consultores, quienes estiman la inflación arriba de 22 por ciento.

La presión en el mercado cambiario siguió firme al inicio de la semana y además del dólar minorista aumentó la cotización del mayorista y el paralelo. El tipo de cambio que manejan los bancos y las cerealeras se ubicó en 17,72 pesos, con un alza de 3 centavos, al tiempo que el dólar ilegal cerró en 18,19 pesos, al aumentar 4 centavos. La demanda de divisas proviene de ahorristas minoristas pero sobre todo de los grandes inversores que tomaron la decisión de dolarizar sus carteras. Las posiciones en Lebacs y fondos comunes de inversión en pesos que ajustan en función de la tasa de interés se están desarmando gradualmente.

La demanda de divisas por importaciones es otro de los elementos que agrega tensión en la plaza cambiaria. Los últimos datos comerciales del Indec registraron que en junio las compras al mundo sumaron 5898 millones de dólares, con un aumento del 15,4 por ciento. Fue el nivel de importaciones más elevado del año y se acompañó de una caída de las exportaciones del 2,6 por ciento, al ubicarse en 5150 millones. El resultado fue un déficit comercial de 748 millones de dólares en junio y de 2613 millones de dólares en el primer semestre del año, la cifra más alta desde 1994. Las liquidaciones del agro no ayudan para compensar la situación y agregan presiones a la cotización. El complejo agroexportador vendió la semana pasada unos 409 millones de dólares, al subir 20 por ciento respecto de la semana previa, pero bajar un 16 por ciento respecto de la misma semana del año pasado. El campo es uno de los sectores que se beneficia de un dólar alto y cree que hay condiciones para acelerar su suba. En el año, las ventas del agro acumularon 13.995 millones de dólares, al retroceder 10 por ciento.