El dirigente mapuche detenido, Facundo Jones Huala, lamentó la desaparición de Santiago Maldonado y sostuvo que este hecho debería ser "el límite” de casos similares que la comunidad “viene denunciando desde hace muchos años”, como “torturas, represiones, desalojos y muertes”.

“Lo que pasó con este muchacho (por Maldonado) es algo que venimos viviendo y denunciando hace muchos años, pero ahora se llegó a un límite”, definió el líder del Lof Cushamen de Chubut, detenido en la Unidad Penal 14 de esa provincia, quien esta mañana fue entrevistado por radio Con Vos. Según dijo, los hechos violentos contra los integrantes de la comunidad mapuche que reclaman por sus territorios en distintas zonas de la Patagonia son concretados por “grupos parapoliciales”, que trabajan para “empresas multinacionales” con tierras en el sur.

“Han matado ancianos y, cerca de la recuperación de tierras en Cushamen, en Leleque, a 30 kilómetros de Cholila, hay un padre y un hijo desaparecidos”, recordó en referencia al caso de Genaro y Cristian Calfullanca, quienes fueron vistos por última vez en abril de 2013 mientras trabajaban en un campo cercano a su casa. Esa familia había protagonizado varios reclamos por territorios.

El dirigente aclaró que su comunidad no apoya abiertamente a ningún partido político ni a ningún gobierno, pero sostuvo que, con el recrudecimiento de hechos violentos en los últimos meses, quedó claro que “el macrismo representa algo similar a la dictadura”. Denunció que desde la asunción de Mauricio Macri en el poder “aquí se violan todos los derechos humanos, lo cual nos obligó a endurecer nuestras formas de resistencia”.

Por otra parte, el dirigente rechazó las acusaciones por “terrorismo” que se le endilgan a él y a los mapuches, y admitió que participa de protestas por sus territorios. “Nos defendemos con lo que tenemos a mano”, dijo y enumeró: “Usamos piedras y palos como elementos de autodefensa contra grupos paramilitares y parapoliciales. Nos han obligado a defendernos”.

Huala está acusado de haber participado en 2013 de un ataque incendiario contra la casa de un cuidador de un campo cercano a la ciudad chilena de Valdivia, donde fue detenido y luego liberado. Su nueva detención ocurrió a finales de junio pasado, apenas horas después de una reunión que mantuvieron en Chile la presidenta de ese país, Michele Bachelet, y Mauricio Macri. El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, había admitido que en ese encuentro se tocó “el caso Huala”.