“Son como los clásicos conocidos de Elige tu propia aventura, pero para un público más adolescente y adulto”, define Lucas Barale. El responsable de Akataka se unió con Mariano Firpo, de El Cofre de Ulises para publicar en la Argentina la colección Choose Cthulhu, una serie de libro-juegos basados en los clásicos del horror sobrenatural de “los mitos de Cthulhu” de Howard Phillip Lovecraft. Hasta el momento lanzaron tres títulos de la colección (los basados en La llamada de Cthulhu, En las montañas de la locura y La sombra sobre Innsmouth) y pronto lanzarán otros tres (el total de la colección es de catorce títulos), mientras hacen planes para sumar otras licencias, presentar una serie de factura propia y traer otros libro-juegos de mayor complejidad pensados para el público especializado o, como dicen informalmente, “para jugones”. Esta colección está pensada para un público bien amplio y se asienta en un universo ficcional muy popular entre los lectores de género, y con referencias que alcanzan muchas otras obras de la cultura pop.

En Choose Cthulhu hay un doble ejercicio lúdico interesante tanto en la hechura de estos libro-juegos. Por un lado, Barale explica que toman los cuentos clásicos del autor de Providence y se le crean otros finales, de acuerdo a las decisiones que pudieran elegir los lectores. Esos finales alternativos acompañan el final original. “En alguno de los libros a veces hay algún pequeño enigma para resolver antes de elegir a qué página hay que avanzar pero no requieren dados ni crear personajes como otro tipo de libros de este estilo”, destaca Barale.

El otro ejercicio lúdico es para el lector y amante de la obra de Lovecraft, y consiste no sólo en adentrarse en su mundo y pensar cómo reaccionaría en esa circunstancias, cómo investigaría los misterios sobrenaturales que concibió hace un siglo el autor, sino también volver a releer esos relatos –después de haberlos “jugado”- para hacer las comparaciones de rigor. “Durante el transcurso del cuento, quien lo haya leído más o menos va a poder llegar al final de Lovecraft, o puede que se equivoque y vaya por otro camino y tenga otro horroroso final”, cuenta con picardía el editor.

Para Barale, este segmento editorial de los libro-juegos, lejos de haber pasado de moda, está en un momento ideal para seguir creciendo. “Son libros muy sencillos de leer, transportables por su formato chiquito, y para las generaciones actuales más acostumbradas a lo corto y rápido, les caen como anillo al dedo”, reflexiona. “Y siguen vigentes este tipo de libros porque son una forma de jugar a través de la lectura, lo cual siempre entretiene”.