Al pop lírico se le dice “classical crossover”, o al revés, depende las latitudes. También se lo suele llamar coloquialmente, “popera”. Como fuere, en la Argentina existe un trío que sigue tales lineamientos estéticos desde que a Alejandro Falcone, tenor lírico amante de Il Divo, le dio por importar el género desde Europa. “Me embarqué en una intensa búsqueda, teniendo en cuenta que los 21 países de Latinoamérica con más de 600 millones de habitantes no poseían un representante de este estilo musical”, dice él. El primero en ligarse fue el barítono Federico Picone. Luego ingresó Sebastián Russo, tenor lírico, así quedó conformado el trío. “Sin saberlo, los tres amábamos este género musical, porque a los tres nos gusta el heroísmo y a la vez somos románticos”, se pliega Falcone, en los momentos previos a la presentación del trío este sábado 3 de junio a las 21 en el Auditorio de Belgrano (Virrey Loreto 2348).

Bajo el nombre de Noche Lírica Italiana, Picone, Russo y Falcone desplegarán un set poblado de óperas, canzonettas; versiones de “O sole mío”, “Bella Ciao” y “Fiesta”; y temas propios como “Unidos por la paz”, que el grupo grabó en las mismísimas Islas Malvinas. “Estamos proyectando el mejor show que hemos dado hasta el día de hoy”, palpita Russo. “Amén de que habrá banda en vivo, vamos a presentar un repertorio de Italia, cuna del arte mundial, entonando inolvidables piezas musicales de ópera, recordando entrañables canzonettas, e interpretando compositores como Puccini y Verdi. También estrenaremos nuestra última producción, 'Solo le pido a Dios' junto a León Gieco”.

-¿Por qué Héroe?

Sebastián Russo: -El nombre inicial era Tenores Latinos. Pero mientras trabajábamos en grabaciones para mostrar el valor de la propuesta, Ale descubrió que ese nombre lo estaba utilizando un grupo de Córdoba. Entonces, su nueva propuesta fue Héroes Románticos. A Fede le resultaba más un nombre para una banda de música tropical y, cada vez que jugaba a presentar el grupo con su voz profunda de barítono locutor, nos reíamos mucho. Por último, Ale trajo la propuesta de Héroe, en referencia a este género musical que de por sí es muy heroico.

Héroe fue también el nombre del disco debut del trío. Intervenido por las cuerdas de la Sinfónica eslovaca de Bratislava, el trabajo contiene dos piezas propias: “Por tu amor” y “Soñemos que todo es posible”. “El pueblo Malgaci de África celebra misas, con más de diez mil personas, bailando coreografías y cantando al ritmo de esta canción”, apunta Falcone, sobre la última. “Si algo tuviésemos que objetar a ese primer disco es que resultó más pop que lírico, algo que equilibramos en el segundo”.

-Llamado Unidos por la paz, igual que uno de los temas que grabaron en Malvinas, en 2019.

Federico Picone: -Un disco que nos encuentra totalmente afianzados como artistas, como amigos y como Héroe. Siempre supimos para dónde íbamos, pero ahora el camino está más firme, el avance es más seguro y vislumbramos nuestro horizonte con mucha más claridad, porque conseguimos ese sonido que anhelábamos equilibrando lo “lírico” sobre lo “pop”.

Parte del ascenso meteórico del trío se debe a las buenas compañías que cosechó. La de Ricardo Mollo, por caso, que grabó un solo de guitarra en la mencionada “Unidos por la paz”, y la de León Gieco, que celebró los 45 años de “Solo le pido a Dios”, haciendo una reversión lirico-pop con el trío. “¿Podemos pedir algo más?”, se pregunta Picone.

-Hay otro hito en la historia del trío: la vez que le cantaron al Día de la Soberanía en Vuelta de Obligado.

S. R.: -Lo de la Vuelta de Obligado fue algo totalmente inesperado. Al ser convocados, nos sobrecogió una felicidad mayúscula porque la historia argentina se nos presentaba, nos envolvía y nos acercaba a 1845 para ser parte, simbólica y artísticamente, de aquella patriótica gesta. Cantar nuestro prodigioso Himno Nacional y entonar las frases de “Aurora” dentro de ese contexto fue un gran honor.

-Alto impacto habrá sido también grabar en Malvinas, se intuye. ¿Qué sintieron cuando llegaron allí, si es que se puede definir con palabras?

A. F.: -El viaje a nuestras queridas islas fue uno de los momentos más fuertes de mi vida. Fuimos por una semana y en ese tiempo crecimos diez años a nivel personal, y a nivel conciencia. Entendimos de manera más acabada cuál es el rol de las grandes potencias y el porqué de las enormes desigualdades que vive nuestro maravilloso planeta. Era imposible no estar conmovidos constantemente y que la emoción nos embargara a cada paso que dábamos por Puerto Argentino, por Darwin, o por cualquier otro paraje que había sido escenario de los enfrentamientos bélicos entre Argentina y Gran Bretaña en 1982.

Durante la incursión, Héroe ejecutó “Hallelujah” de Leonard Cohen en el cementerio de Darwin. “Varias veces tuvimos que parar la grabación porque se nos cerraba la garganta”, evoca Falcone, acerca de una sensación trasladable también a la versión –video clip incluido- de “Desarma y sangra”, de Charly García, que hicieron junto a 25 ex combatientes. 

“Nos encontramos con 45 argentinos, entre ellos 25 ex combatientes, que se hospedaban en el mismo hotel que nosotros. Por ende, con muchas ganas, pero llenos de temor por pensar que podíamos llegar a molestarlos, les preguntamos si querían participar del video y uno de ellos nos dijo con lágrimas en los ojos que era la primera vez que los convocaban para algo. Esa respuesta fue muy fuerte y entendimos que estábamos yendo por el camino correcto. La idea era rodar el video íntegramente en Puerto Argentino pero en Malvinas no está permitido que transiten más de cinco argentinos juntos sin un guía, porque es susceptible de arresto. Entonces, nos tomamos un día para recorrer la ciudad y descubrimos una escollera que estaba flanqueada por unos camiones viejos en desuso y una oficina que cerraba a las 16”, detalla el cantor. Y sigue. “Ese lugar se había transformado en un punto ciego debido a que no se veía desde la calle costanera. Entonces, como el vuelo de regreso partía el sábado a las 10 convocamos a todos los argentinos para el viernes a las 17. De este modo, nos asegurábamos que la oficina estuviese cerrada y, si nos arrestaban, estaríamos en la cárcel solo 17 horas antes de tomar el avión ¡valía la pena correr el riesgo!, ¿no?”.