Todo cuerpo es político, ya que está atravesado por políticas que concluyen de forma directa en el desarrollo o no de derechos, deseos y libertades. Por lo tanto, vale pensar que una Marcha del Orgullo LGBTIQ apolítica sería una marcha sin cuerpos, condenada al vacío de las etiquetas. Este año, en su edición 25, la condición política de lo que significa estar en las calles a cara descubierta y manifestar el orgullo de la identidad se notó de forma particular. Se vio en los carteles, en las consignas y en los cánticos: “¡Basta de violencia! ¡Más orgasmos, menos policía!”, “¡Cupo laboral trans ya! Queremos trabajar”, “Basta de despidos, Macri es hambre”.
La primera marcha con Cambiemos en el gobierno nacional estuvo cargada de reclamos que la comunidad LGBTIQ acumuló en un año que tuvo varios retrocesos y pocos avances. Por ejemplo, la bronca de hace apenas unos meses contra el secretario de Juventudes Pedro Robledo, cuando se reunió con referentes de organizaciones en Casa Rosada e incluyó, según dijo por descuido, a integrantes de la junta neonazi Bandera Vecinal. O las denuncias de varias provincias por faltantes para la prevención y el tratamiento del VIH- SIDA. O el reclamo de que se incluya a las personas travestis y trans en la lista de prioridades para tener salud y acceso al trabajo formal.
Bajo una lluvia intensa y con truenos que hicieron temblar los vidrios de la Casa Rosada, pasada la una de la tarde empezaron a llegar las primeras banderas con los colores del orgullo a Plaza de Mayo. Ahí ya estaban las organizaciones de más trayectoria, como la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) y 100% Diversidad y Derechos, sosteniendo el gazebo para no volarse por el viento. “La consigna principal de este año es que termine la violencia institucional y los asesinatos a personas trans y que se sancione una ley antidiscriminatoria que nos incluya. ¿Por qué es necesaria? Porque podemos casarnos y adecuar nuestros documentos de acuerdo a la identidad de género que sentimos, pero si te echan del trabajo por ser gay o sufrís un acto de discriminación no hay un instrumento jurídico que lo contemple. Presentamos un montón de proyectos y siempre la han postergado por falta de acuerdos políticos”, dijo César Cigliutti, presidente de la CHA.


Orgullo en lucha


Mientras las carrozas de las organizaciones se fueron alineando en las paralelas a la Plaza, otros grupos concentraron a unas cuadras de distancia por Avenida de Mayo, sin traspasar el arco iris inflable con los colores del orgullo que marcó el punto de partida hacia el Congreso. Orgullo en lucha, una corriente de agrupaciones que armó su propio documento político, se alineó con la consigna “¡No en nuestro nombre! Macri es hambre, ajuste y represión. ¡Justicia por Diana Sacayán!”. “Nos expresamos como Orgullo en lucha porque todavía hay mucho por hacer. Tenemos la sensación que para la mayoría hegemónica nosotros como colectivo de torta, travas y putos tenemos todo resuelto con casarnos y sacarnos el documento de la autopercepción. Esos son pisos del estado de derecho ganados, pero hay que discutirlos, no queremos escondernos de de este actual gobierno que incluso toma nuestras reivindicaciones para hacerlas políticas propias, cuando son la misma derecha que nos persigue y nos mata”, explicó la poeta y bagualera trans Susy Shock, integrante de la Colectiva Lohana Berkins.
Otro de los grupos que se congregaron del ese lado del arco iris fue la “Columna Trava/Trans Latinoamericana”, conformada por una coalición de organizaciones que gritaron fuerte “¡Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las travestis en la cara de la gente”. “Desde comienzos de año hay faltantes de algunas drogas antirretrovirales en las farmacias de hospitales y centros de salud de varias provincias. También falta de reactivos para análisis específicos. No existen combinaciones de drogas pediátricas para bebes y niñeces con HIV. Basta de negociar con nuestra salud: que comience el proceso de licitación para la compra anual de antiretrovirales y preservativos antes que se extingan las reservas”, señala el comunicado que difundieron.


    
Libertad para Milagro


Desde que la comisión organizadora difundió las consignas de la marcha, que se consensuaron tras seis meses de reuniones semanales, se desató un debate en el evento creado en Facebook. Por un lado quienes decían que la marcha debía tener consignas que solo incluyeran a personas LGBTIQ. Por otro, quienes argumentaron, en consonancia con el reclamo de la Organización de las Naciones Unidas, que la existencia de presos políticos en democracia es un problema de todos, más allá de la orientación sexo genérica.
Sobre la carroza de Nuevo Encuentro, con una remera con la cara de Milagro estampada, la secretaria de género Emelina Alonso dijo que “la libertad para Milagro no podía dejar de estar presente en la marcha, porque está presa por organizar a su pueblo, por creer y pelear en los derechos. No puede ser que en una marcha cuya centralidad está en la visibilización, en el orgullo, en salir del closet, no subrayemos que hoy hay una mujer presa política en nuestro país”.
Paz Gustavo Dellacasa, presidenta de la agrupación de lesbianas La Fulana, que integra la Federación Argentina LGBT junto con ATTTA (Asociación de Travestis, Transgéneros y Transexuales de Argentina), explicó que “la comisión organizadora está compuesta por más de 30 organizaciones de diferentes partidos políticos” y que “todas las consignas se resuelven por consenso”. “Este año se cuestionó que la marcha estaba muy politizada, aunque en realidad la marcha siempre fue política. Milagro Sala es una mujer, nosotras hablamos de los femicidios y si  defendemos los derechos de las mujeres también tenía que estar. Su libertad impacta tanto en la comunidad LGBT como en toda la sociedad en general”.

 

Xenofobia y el racismo


Los últimos meses fueron una noticia corriente las constantes persecución y razzias policiales a la comunidad trans en la llamada “zona roja” de La Plata, donde se concentra la mayor población de mujeres trans migrantes del país que se dedican a la prostitución. Pero no fue el único abuso que recibieron los migrantes. “Este año estamos conmemorando la 25 marcha del orgullo con un fuerte reclamo en contra del racismo, la discriminación y la xenofobia, en un contexto nacional donde sentimos que hay un retroceso en las políticas migratorias, una persecución y un hostigamiento institucional que venimos denunciando todas las semanas. Argentina comenzó a cambiar su política migratoria, se ve con la creación de un centro para detener inmigrantes, con la deportación deportar muchas mujeres afrodominicanas y la negación de la residencia permanente. Se está generando un consenso para que aparezca una fuerte violencia”, dijo Carlos Álvarez Nazareno es integrante de la agrupación afro Xangó.
En la misma línea marchó Alejandro Mamani, integrante del colectivo de Abogados Culturales de los pueblos originarios: “Existen muchas compañeras trans que vienen de pueblos originarios de Salta, Jujuy, Chaco y se someten a una exposición en el cual son muchas veces atacadas por la policía a causa de su color de piel o el lugar de donde provienen. Sentimos la necesidad de visibilizar dentro de la diversidad el tema de los pueblos originarios, y apoyar la ley antidiscriminatoria para que sea más fácil hacer las denuncias por racismo”.

 

Para educar


Gabriela Mansilla es mamá de Luana, la primera nena trans de Argentina en recibir un DNI con su género autopercibido. “Es el primer que se levanta una bandera que pide por infancias trans sin violencia ni discriminación, lo que me llena de orgullo. Y pido justicia por todas las mujeres trans que se matan, porque no quiero que mi hija tenga ese mismo futuro”. Para Gabriela es necesaria  una reforma en el sistema educativo, y que la ley de Educación Sexual Integral (ESI) incluya cuerpos trans dentro de las currículas. “El único material que los docentes tienen para trabajar los cuerpos, es binario. Por ejemplo, Luana no tendría un cuerpo dentro de lo que se enseña. Pienso que es importante hacer algo desde la escuela, con políticas públicas, para que se naturalicen los cuerpos, para sacar el estigma de que hay cuerpos que no les corresponden, que son equivocados ¿cuál sería el cuerpo correcto?”.
Junto a Gabriela y el frente de organizaciones TLGB de la provincia de Buenos Aires, Marchó el Bachillerato popular Mocha Celis, primer centro de formación con un programa sensible a las necesidades particulares de este colectivo, que suele dejar la escuela ya sea por falta de oportunidades como por discriminación. “Estamos luchando por un financiamiento integral, ya que el bachillerato cumple cinco años y seguimos sin poder sostenerlo económicamente. Le corresponde al gobierno de la Ciudad financiar esta escuela pública, gratuita, laica y con perspectiva de género, que ya tiene replicas en Brasil, Chile y Tucumán. Necesitamos que el Estado se haga cargo porque nos es muy difícil sostenerlo, no tenemos edificio propio ni dinero para poder cubrir los costos. Por primera vez nos está sucediendo que las compañeras travestis y trans no están alcanzando una comida diaria, por lo que la escuela está haciendo también ese trabajo. El Estado está desfinanciando y eso se nota en todas partes, no estamos ajenos”, dijo Francisco Quiñones Cuartas, director del Mocha Celis.
A la media tarde paró la lluvia y la marcha se tiñó con el clima de fiesta y música que la caracterizó otras ediciones. El cielo después de la tormenta se puso rosa, hubo besos fugases y el abucheo anual fue para Macri y monseñor Agüer. Frente al escenario, como recordatorio, flameó una bandera con la consigna “Yo banco al cupo trans”. Hacia el final se oyó un cantó, que hizo emocionar a muchos: “Lohana Berkins, Diana Sacayán, aquí sigue su lucha en el campo popular”.    
A la media tarde paró la lluvia y la marcha se tiñó con el clima de fiesta y música que la caracterizó otras ediciones. El cielo después de la tormenta se puso rosa, hubo besos fugases y el abucheo anual fue para Macri y monseñor Agüer.  El ambiente se empañó cuando, a causa de objetos que volaron hacia el escenario, se tuvo que suspender el show. Mientras la marcha desconcentraba se oyó un cantó, que hizo emocionar a muchos: “Lohana Berkins, Diana Sacayán, aquí sigue su lucha en el campo popular”.