La Asociación Civil El Periscopio, integrada por expresos políticos detenidos en la cárcel de Coronda entre 1974 y 1979, celebró sus 20 años de existencia y de militancia por la Memoria, Verdad y Justicia. Con una masiva presencia de familiares, amigos e invitados especiales, los sobrevivientes de aquella política represiva del Estado también festejaron un nuevo aniversario de la publicación de su libro Del otro lado de la mirilla y entregaron plaquetas de reconocimiento a casi 30 asociaciones, agrupaciones e individuos que “con sus propias especificidades, desde sus propios espacios y experiencias, coinciden en la misma convicción” contra el olvido. Dos de esos premios están relacionados con Página/12. Uno, más personal, a Hugo Soriani como expreso político, y autor de los libros Los días eran así y Las cartas del capitán por su aporte literario a la lucha por memoria, verdad y justicia, y otro al diario, representado por Soriani, su director general, y Pablo Feldman y Horacio Vargas, cofundadores de Rosario/12.

Fundada el 25 de mayo de 2003, la Asociación El Periscopio fue creada con un objetivo claro, el cual destacan en su sitio web: “Aportar activamente a la construcción de la memoria colectiva de nuestro pueblo. Asumimos con convicción la lucha contra el olvido, juntos con todas y todos las y los actores de los Derechos Humanos que nunca han resignado las banderas de Memoria, Justicia, Condena y Reparación”. Para eso, se propusieron, desde sus propias vivencias como expresos políticos, dar testimonio sobre su paso por la cárcel de Coronda. Por ese motivo, el mismo año de su nacimiento lanzaron la primera edición del libro Del otro lado de la mirilla, que reúne testimonios colectivos y anónimos con un prólogo de Adolfo Pérez Esquivel. En estos últimos veinte años ya son tres las ediciones del libro en español, con más de 10.000 ejemplares vendidos, y desde el 2020 vienen lanzando versiones en distintos idiomas, incluyendo francés, italiano y portugués.

Para celebrar todos los logros y el apoyo obtenido durante estas dos décadas, El Periscopio escogió a Rosario para realizar el festejo. No fue casualidad el espacio elegido para el evento: el salón Rodolfo Walsh de la sede de Gobernación, lugar donde funcionó la Jefatura de Policía de Rosario y que fue un centro clandestino de detención y de tortura, con la importante carga simbólica que implica para los sobrevivientes de la represión. A sala llena, el acto inició con un montaje audiovisual con imágenes de sus dos décadas de existencia y continuó con la lectura de un documento por parte de los integrantes de la comisión directiva de la asociación: “Nos encontramos en Rosario para celebrar junto a ustedes nuestra obsesiva pasión por la memoria. Memorias de luchas y resistencia que constituyen un componente central de la identidad de nuestro pueblo. Para celebrar y vivirlos en tanto asociación, concurridos, arropados, acompañados, sostenidos, amados y mimados por todos y todas ustedes que, como nosotros, protagonizaron la resistencia común. Somos parte de un todo que experimentó montones de formas diferentes de lucha contra el mismo enemigo y su método de terrorismo de estado”.

El encuentro estuvo atravesado por el emotivo recuerdo de aquellos compañeros asesinados por la dictadura, evocados con el grito “Presente” cada vez que se los nombraba. “La felicidad profunda en este momento de reencuentros no nos impide sentir, con no menos emoción, las múltiples ausencias. Somos una generación marcada a fuego por los vacíos. Es el precio que pagamos por la generosidad de esa entrega sin condiciones ni límites. Buscamos traerlas y traerlos para que estén hoy con nosotros. Lo intentamos y lo lograremos. Son las y los 30 mil, así como las y los que cayeron en combate. Los pensamos, acercamos sus rostros y perfiles. Sus condiciones y voces fundadoras. Nos hacen mucha falta. Aunque seguimos, sentimos que seguimos caminando juntos”, mencionaron sus organizadores en un tramo del discurso de presentación.

Si bien el acto era por el aniversario de su fundación y de la publicación de su libro, la parte central de la actividad consistió en homenajear a casi 30 asociaciones, agrupaciones e individuos que consideran “aliados y aliadas de la historia compartida,  son referentes para continuar nuestro propio camino asociativo”. Algunos de los reconocimientos fueron para Ctera y Sadop; la Secretaría de Derechos Humanos de Santa Fe; el Instituto Venadense por Memoria, Verdad y Justicia; los ex presos políticos de la Cárcel de Mendoza, quienes publicaron No nos pudieron; y el Colectivo de la Memoria de Santa Fe. La lista también incluyó nombres individuales, en su mayoría ex presos políticos pero también profesionales que desde sus áreas como la comunicación, el sindicalismo, la actuación artística, la pintura, la historiografía sostienen la lucha por la memoria.

Se entregó una distinción también a expreas políticas. Crédito: Andrés Macera

A todos se les entregó una plaqueta de reconocimiento y las mismas fueron entregadas por miembros de El Periscopio, que eran convocados al frente con sus respectivos apodos (Araña, Bado, Mandrake, Tape, Furia, Flaco, Chueco, Pato, Colo), dándole un tono cercano y familiar a la ceremonia. Uno de los momentos más emotivos fue cuando se les entregó la distinción a las ex presas políticas de la cárcel de Devoto, autoras del libro Nosotras en libertad, quienes transitaron un camino similar a la de los miembros de El Periscopio, para contar su propia historia. En ese momento, el auditorio se puso de pie ante el grupo de mujeres que abrazadas sonreían emocionadas al público. 

 

Otra distinción especial fue para Hugo Soriani, director general de Página/12, quien también fue un preso político. Desde El Periscopio destacaron su “pasión y obsesión por la memoria, la verdad y la justicia". Al mismo tiempo, el propio diario fue reconocido por la asociación de ex presos políticos por acompañar su lucha y “estar siempre de este lado de la vida”. Además de Soriani, la distinción fue recibida por Pablo Feldman y Horacio Vargas, director y jefe de Redacción, de Rosario/12

“Todas y todos los que estamos aquí hemos recurrido a este diario para publicitar nuestros libros y nuestras actividades ligadas a los derechos humanos. Todas y todos los que estamos aquí, hemos visto en las páginas de este diario los recordatorios de nuestras compañeras y compañeros desaparecidos e inclusive, de nuestras queridas y queridos compañeros que han partido a lo largo de esta frágil democracia, que pudimos construir”, se recordó.