Casi 110.000 estadounidenses murieron en 2022 por sobredosis de drogas, la mayoría por opioides sintéticos como el fentanilo, que son hasta 50 veces más potente que la heroína. Ante este panorama de emergencia, Estados Unidos lideró este viernes la fundación de una coalición internacional contra el tráfico de fentanilo y otras drogas sintéticas.

Si bien hubo una decena de países que asistieron a la convocatoria virtual para abordar la problemática de estas sustancias, fue notoria la ausencia de China, acusada de ser la principal fuente de las sustancias químicas con las que los cárteles mexicanos fabrican ese opioide.

Durante el encuentro, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, indicó a los ministros de más de 80 países que Estados Unidos era "el canario en la mina de carbón" porque denunció la problemática mundial antes que otros.

Pero la crisis va más allá: en África y Medio Oriente también sufren una crisis de consumo de drogas sintéticas como el tramadol o el captagon, este último fabricado a gran escala en Siria, advirtió la ONU en su Informe Mundial sobre Drogas de 2023, publicado la semana pasada.

“Una vez saturado el mercado estadounidense, las empresas criminales transnacionales se dirigen a otros sitios para ampliar sus beneficios", afirmó Blinken, y de no actuar en conjunto “con una urgencia extrema, más ciudades de todo el mundo soportarán los costes catastróficos" que se ven en Estados Unidos.

La coalición, que se reunirá en una sesión presencial en septiembre, al margen de la Asamblea General de la ONU, también examinó medidas nacionales para tratar las adicciones.

Fentanilo en Estados Unidos: qué es esta droga, cuándo se empezó a consumir y qué efectos produce

Según el Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades (CDC) en el país norteamericano más de 100.000 personas murieron por sobredosis entre abril de 2020 y abril de 2021. Los expertos en estupefacientes señalan que se trata del mayor aumento jamás registrado a nivel local.

El fentanilo es un fármaco que no tiene olor y resulta entre 25 y 50 veces más potente que la heroína, y entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Según los expertos, esta sustancia actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones, y puede provocar aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento y hasta la muerte.

La adicción en Estados Unidos se disparó a partir de la década de 1960, cuando las empresas farmacéuticas comercializaron agresivamente los analgésicos con un efecto desproporcionado en los veteranos de las guerras en Irak y Afganistán.

La lucha por definir al responsable del fentanilo y otras drogas

Ante el crecimiento descontrolado de las ventas de analgésicos, Washington presionó a China, de donde procede la mayoría del fentanilo, para que prohibiera las exportaciones, lo que hizo en 2019. Pero el país asiático continúa siendo un productor de las sustancias químicas (llamadas precursores) que se usan para fabricar fentanilo. Los precursores parten a México y América Central, donde los cárteles producen analgésicos y los introducen de contrabando en Estados Unidos.

El Gobierno de Xi Jinping viene negando de forma categórica estar detrás de la exportación de precursores de fentanilo, tal como demostró en abril pasado la carta que escribió el mandatario oriental en respuesta al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien pedía cooperación sobre este asunto.

El vínculo entre Estados Unidos y México tampoco pasa por su mejor momento, ya que la tensión entre ambos países se incrementó desde que dos estadounidenses fueron asesinados en marzo en territorio mexicano y la oposición republicana pidió invadir el país latinoamericano.

Así todo, López Obrador sostiene que el fentanilo llega a Estados Unidos directamente desde China, y niega que en su país se fabrique la sustancia, aunque su Gobierno ha destruido varios laboratorios clandestinos en los que se fabricaba esta droga.

China rechazó la invitación a participar en la reunión alegando que cree en la cooperación internacional contra las drogas, pero estima que Estados Unidos transmitió un mensaje equivocado al imponer sanciones a empresas chinas por tráfico de fentanilo.

China "se opone firmemente a desprestigiar y atacar a otros países o a imponer sanciones unilaterales a otros países en nombre de la lucha antinarcóticos", declaró en Pekín el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Weng Wenbin.

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