Con tres citas de distintos autores que formaron parte de la cuna en la que creció la Dra. Lydia Coriat como neuropediatra, queremos destacar los puntos de vista y/o la ética que su clínica comporta: 

1) La primera cita forma parte del epígrafe que da comienzo al libro: “Más que hablar del desarrollo de la motricidad debemos hablar del desarrollo de la psicomotricidad, término que define mejor la realidad madurativa del niño.” J. Ponces Vergé y J. Aguilar Matas.

2) La segunda pertenece al Prólogo escrito por el Dr. Mario Roccatagliata: “Frank Falkner, en ´Desarrollo humano´, (...) avisa que “las variaciones individuales normales” abarcan en los niños una gama tan amplia que conocerlas y reflexionar sobre ellas son pasos preliminares obligados para estudiar la patología de la infancia. La advertencia de Melvin Lewis –”enseñar psicopatología antes que el estudiante tenga idea del desarrollo psicológico normal es dejarlo naufragar en un mar de síntomas y signos, sin puntos normales de referencia en que basarse para seguir adelante”– puede ser extrapolada con validez a todos los campos de la medicina infantil”.

Pensemos: ¿qué son los DSM, sino “un mar de síntomas y signos” entre los que naufraga la posibilidad de advenimiento de un niño?

3) La tercera cita ha sido extraída de las primeras páginas del cuarto tomo del Manual de Neurología Infantil, de Aquiles Gareiso y Florencio Escardó, publicado a comienzos de la década del 40; pareciera escrito especialmente para estos tiempos de sobremedicación, un sabio mensaje del pasado que todavía no fue lo suficientemente escuchado: “...la neurología del niño es fundamentalmente distinta a la del adulto y constituye una actividad pediátrica por excelencia. La medicación tiene en neuropediatría mucha menos importancia que la conducta terapéutica, y ésta solo puede resultar del conocimiento total del caso desde el punto de vista pediátrico y desde el punto de vista neurológico, en estrecha e indisoluble conjunción; obrar de otra manera es conceptualmente irregular y prácticamente desastroso”.

Al enterarse de la próxima presentación de la edición on line, la Dra. Sara Krupitzky, que ha formado a generaciones de jóvenes pediatras en la temática del desarrollo infantil, nos escribe: “¡Celebro la publicación de esa joya de la literatura médica! La primera edición la tengo en mi poder como bien muy preciado”.