Los ataques con vehículos del jueves en Cataluña fueron planeados durante meses por una célula de islamistas radicales. Podrían haber sido mucho peor si la casa que usaban como guarida no hubiera sido destruida por una explosión accidental ocurrida esta semana, informaron ayer autoridades españolas.

La policía española intensificó ayer la búsqueda de sospechosos de los letales atentados, arrestando a más personas por el ataque en Barcelona horas después de matar a cinco presuntos islamistas vestidos con chalecos explosivos falsos que atentaron en Cambrils, una ciudad costera cercana.

Al respecto, fuentes de la lucha antiterrorista española confirmaron que el conductor de la furgoneta que llevó a cabo la matanza en la rambla de Barcelona es uno de los cinco terroristas abatidos por la Policía en Cambrils.

Aunque oficialmente no está confirmado, se barajó el nombre de Moussa Oukabir, un joven de 17 años nacido en Ripoll (provincia española de Gerona) el 13 del octubre de 1999, que tiene nacionalidad y pasaporte marroquíes. El jefe de la policía catalana, el comisario Josep Lluís Trapero, dijo que cree que los sospechosos preparaban diferentes tipos de ataques usando explosivos y garrafas de gas, pero que el estallido accidental de la vivienda les impidió cometer un atentado de mayor alcance.

“La explosión hizo que ya no contaran con el material necesario para preparar atentados de mayor alcance en Barcelona”, explicó el jefe de los Mossos d’Esquadra (policía catalana), Trapero y agregó que la célula estaba compuesta por gente joven.

El Estado Islámico (EI) reivindicó de inmediato los más recientes atentados de la larga lista de los sufridos por Europa en los últimos años, y que constituyeron los primeros golpes del grupo islamista en España, uno de los países que participa de la coalición que bombardea al EI en sus bastiones de Siria e Irak. En un primer ataque, 13 personas murieron y 120 resultaron heridas cuando una furgoneta blanca atropelló a una multitud de personas, en su mayoría visitantes extranjeros, que caminaban sobre la turística Rambla de Barcelona en una calurosa tarde de verano, en plena temporada alta turística. Horas más tarde, al caer la noche, un auto arrolló a varias personas en la ciudad balnearia de Cambrils, 130 kilómetros al sur de Barcelona, matando a una persona e hiriendo a otras seis. En el interior del vehículo iban cinco personas que fueron muertas a tiros por la policía tras bajarse del auto.

La policía informó que detuvo a dos personas luego de arrestar el jueves a otras dos, mientras que el diario El País agregó que los agentes buscaban a cuatro sospechosos más y una tercera camioneta alquilada por la presunta célula responsable de los ataques en La Rambla. De los cuatro detenidos, tres son de origen marroquí y uno nacido en la ciudad española de Melilla, algunos de ellos con antecedentes por delitos comunes y de 21, 27, 28 y 34 años, respectivamente, informó Trapero. Tres fueron arrestados en la ciudad de Ripoll, al norte de Barcelona, y otro en Alcanar, Tarragona, al sur de la capital catalana, donde estaba la casa que quedó destruida por la explosión el miércoles por la noche, en la que murió una persona.

El responsable de Interior del gobierno catalán, Joaquim Forn, dijo que los investigadores creen que los autores del atentado en Barcelona y en Cambrils forman parte de una misma célula, pero todavía no es posible confirmar esta hipótesis. El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, también dijo a la Cadena Ser que desconoce si el conductor de la camioneta que atropelló a una multitud en Barcelona es uno de los abatidos o sigue fugado. Asimismo, sostuvo que los implicados en el ataque no tienen antecedentes por terrorismo. Los presuntos islamistas circulaban en un Audi A3 por la zona del paseo marítimo e intentaron arrollar a varios peatones en la zona hasta que chocaron contra una patrulla de los Mossos d’ Esquadra, momento en el que se inició un tiroteo que terminó con los atacantes abatidos.

La explosión de hace tres noches en la casa de Alcanar hizo que los agresores actuaran de forma desesperada para atentar en Barcelona con un atropellamiento masivo y posteriormente en Cambrils, dijo Trapero. Los atacantes abatidos en Cambrils vestían chalecos explosivos falsos y en su auto se encontraron cuchillos y un hacha. Uno de ellos alcanzó a acuchillar a un civil en el rostro, agregó. El comisario explicó que tres de los atacantes muertos ya están identificados y que la investigación se centra ahora en hacer lo propio con los otros dos, incluido el que probablemente sea Oukabir, el conductor de la furgoneta en Barcelona. El ministro del Interior catalán, Joaquim Forn, dijo más temprano a una radio local: “No estamos hablando de un grupo de una o dos personas, sino más bien de un grupo numeroso”.