¿Qué gastos maneja la mujer y cuáles el hombre? ¿Cómo se toman las decisiones para gastar el dinero? ¿Quién se hace cargo en forma práctica del manejo del dinero, las cuentas bancarias, los pagos? Son algunas de las preguntas que se discuten entre los participantes, durante el curso contra el machismo en los sindicatos y el ámbito del trabajo. Al mismo tiempo se les provee de datos que proporcionó la primer encuesta nacional que hizo el INdEC sobre el trabajo doméstico no remunerado, difundida en 2014, que confirmó que la distribución equitativa de los quehaceres domésticos es más discurso que realidad: de las mujeres, lo hacen el 90 por ciento; de los varones, menos del 60 por ciento.

Uno de los ejercicios que hicieron los delegados consistió en completar un cuadro donde se enumeran una serie de actividades vinculadas al trabajo, no remunerado, doméstico y de cuidado de hijos e hijas y, al trabajo remunerado. Los participantes del curso tuvieron que decir quién se hace cargo en su casa de cada tarea y luego, a partir de un costo por hora que se propone, calcular cuál es el valor en cada caso. Con mucho asombro, varios delegados de la UOCRA se preguntaron, agarrándose la cabeza: “Pero esto a mi mujer quién se lo va a pagar. A mí no me alcanza”, en relación al costo del trabajo doméstico.

–¿Mi esposa gana más que yo entonces? –fue otra pregunta repetida.

–¿Quién le tiene que pagar? –fue otra enorme duda. 

Un veterano delegado contó que él no había dejado trabajar a su esposa fuera de su casa durante largo tiempo. “A los 53 años me di cuenta de que no estaba mal, que si los dos trabajábamos teníamos mejor calidad de vida que con un solo ingreso”, reconoció.