El presidente Maurizio Macrì intentó desmentir el artículo publicado el domingo en Página/12, sobre el terreno de 32,5 hectáreas en Bella Vista que no incluyó en sus declaraciones juradas y cuyo valor fiscal equivale a la totalidad de sus bienes declarados, 122 millones de pesos. No lo hizo en forma directa, sino a través de un vocero en la televisora del Grupo Clarín y la cuestión fue presentada por el diario Clarín como una polémica entre periodistas. Según el vocero de Macrì ese predio fue vendido en 2007 por el actual presidente, en un millón de dólares que fueron depositados en una cuenta en el Banco Galicia. En ese terreno, la inmobiliaria Eidico construyó y vendió el barrio cerrado Buenos Aires Village. Lo que el Presidente y su vocero no explican es cómo si ese terreno fue vendido hace diez años, el 13 de Julio de este año el Presidente y su hermano Gianfranco realizaron una inscripción de división de condominio ante el Registro de la Propiedad de la Provincia de Buenos Aires. Tal como lo demuestra la factura de la agencia de recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) que se publicó como facsímil. Macrì también posee una parcela contigua cuya valuación fiscal es 11,6 millones de pesos. El valor fiscal del primer terreno es de 122 millones de pesos, pero en la escritura inscripta por el presidente y su hermano el mes pasado consta que su valor al acto es de 477 millones de pesos. El Valor al Acto es utilizado para calcular las tasas fiscales y los tributos a la herencia. Es siempre superior a la valuación fiscal pero inferior al valor venal o de mercado de la propiedad, que en este caso es el doble según tasaciones de inmobiliarias que ofrecen terrenos en el mismo barrio cerrado y en otros próximos. El valor del mercado de esa tierra ascendería a 900 millones de pesos. La última declaración jurada del presidente correspondiente al año 2016, declara bienes por 82,6 millones de pesos; pero Macrì además tiene un fideicomiso opaco por otros 44 millones de pesos. La figura del fideicomiso ciego no existe en la legislación argentina y Macrì la invocó como prueba de su voluntad de transparencia para evitar conflictos de intereses, con la misma impresionante técnica de manejo de la información por la cual dijo que volvía a fojas cero la negociación por la deuda del Correo, que sigue sin novedades hasta hoy. En realidad se trata de un fideicomiso opaco, porque no se sabe a ciencia cierta qué contiene. El fideicomiso no es ciego para el presidente sino protegido de la vista de la sociedad, con lo cual el efecto real es opuesto al perseguido. La suma de la declaración jurada más los bienes del fideicomiso opaco dan un total de 126,6 millones de pesos. La valuación fiscal de ARBA de los dos terrenos cuyo facsímil se acompaña es de 133 millones de pesos y en las declaraciones juradas de Macrì nunca figuró ese predio ni el dinero cobrado por su venta.