El entrenador de River Marcelo Gallardo aseguró estar “convencido” del camino que debe recorrer, para lograr un buen funcionamiento de su equipo y por eso advirtió que no escucha “a los que debaten sobre sistemas de juego”. Casi como copiando el “no escucho y sigo”, que es el latiguillo de cabecera del entrenador del seleccionado argentino, Jorge Sampaoli, parafraseando un segmento del tema “Prohibido” de su grupo de rock preferido, Callejeros, Gallardo se aferró a sus conceptos cuando analizó la victoria 4-1 sobre Instituto, que depositó a los de Núñez en los octavos de final de la Copa Argentina, en Mar del Plata. “Instituto hizo las cosas bastante bien, hasta que pasamos a jugar con uno menos y después del gol de Lucas Alario logramos tranquilidad. Y con uno menos, fue una cosa rara porque jugamos un poco mejor”, comentó el técnico.

“Pero lo que no debe ser sorpresa para nadie es ver cómo se van comportando los jugadores, porque vamos viendo cómo se van soltando. Tenemos estos partidos previos al inicio del torneo, y creíamos que hay que probar variantes y ver cómo funciona. Por eso está bueno darles minutos a todos. Uno va haciendo los análisis y sacando conclusiones. Crecimos a partir de la confianza individual de algunos que se fueron soltando. Y eso nos va a pasar siempre que funcionemos mejor, porque será cuando las individualidades funcionen”, describió.

Gallardo sostuvo que por eso no escucha “a los que debaten sobre equipos y sistemas. La verdad que no les presto atención, pero bien. Estoy convencido hacia dónde voy, hacia dónde vamos con este grupo. Estos partidos sirven para analizar situaciones, viendo alternativas. Somos un equipo probado, con muchos jugadores que llegaron y necesitamos ensamblarlos con partidos, no con entrenamientos”.

“Pero atención que no es la primera vez que hacemos preparación en competencia. Cuando pasan estas cosas, se debate cómo funciona todo. Entonces hay que manejar la ansiedad, decir cosas y estar tranquilos, porque no se puede estar bien con 15 días de trabajo”, avisó. “Por ejemplo, Alario se soltó más después del gol, a Enzo Pérez le vino bien no asumir la responsabilidad de mostrar todo su potencial ya, cuando hace mucho que no juega. Le va a venir muy bien el golazo que hizo. Pero eso fue también porque era necesario que entrara desde el banco y no como titular”, apreció.