La casa natal de Adolf Hitler, en Austria, será transformada en un puesto policial que tendrá un centro de formación de agentes en derechos humanos, anunció este lunes el gobierno austriaco.

"El inicio de los trabajos está previsto para el 2 de octubre", indicó un portavoz del Ministerio del Interior.

Una vez finalizada la renovación arquitectónica del edificio "cargado con un fuerte pasado", explicó la cartera en un comunicado, serán instalados ahí "una comisaría de policía y un centro de formación para agentes en derechos humanos".

Los nuevos ocupantes, informó el ministerio, recién podrán utilizar las instalaciones en 2026.

La decisión de transformar la casa en la que nació y vivió sus primeros años Adolf Hitler en un centro policial y no en un lugar de memoria busca evitar que la vivienda se convierta en un lugar de peregrinación neonazi, señalaron medios locales.

El objetivo, explicó en ese sentido una comisión de expertos creada desde 2016 por el gobierno austríaco, "es romper el culto que hay por él en los medios extremistas".

La demolición, en tanto, fue descartada, dado que Austria, anexada por Alemania en 1938, debe "enfrentarse a su pasado", señalaron historiadores que intervienen en el proceso.

El gobierno austríaco emprendió una larga batalla judicial para lograr la propiedad de esta casa, situada en el centro del pueblo de Braunau am Inn, cerca de la frontera alemana. 

Debido a esta demora, el costo de la obra, que inicialmente se calculaba en 5 millones de euros, alcanza ahora los 20 millones. Ello incluye la ampliación de la construcción, que tiene 800 metros cuadrados, y el cambio de techo. 

La decisión del gobierno tiene algunos detractores. Entre ellos el director de un documental que saldrá a fines de agosto, Günter Schwaiger, quien pidió a las autoridades no reconvertir la casa en un puesto policial ya que eso significaría "realizar el deseo de Hitler", quien supuestamente en 1939 se habría expresado a favor del uso administrativo de esas instalaciones.