Este lunes trascendió que expresidente de Estados Unidos Donald Trump planea presentarse ante la Justicia de Georgia, en el marco de la causa que lo tiene imputado por su presunto complot para revertir los resultados de las elecciones de 2020, pero lo hará bajo sus propias condiciones. Según difundió la prensa local, el pacto incluiría permanecer en libertad mientras dure el proceso judicial y el pago de una fianza de 200.000 dólares.

Los abogados del exmandatario se reunieron hoy con la oficina fiscal que promovió la que es ya la cuarta imputación penal en su contra, en la que se investiga el desempeño de Trump al frente de una organización criminal. 

Al contrario de las otras tres, esta causa no tiene alcance federal sino estatal, pero si el republicano volviese a la Casa Blanca, no podría autoindultarse.

De acuerdo a la información trascendida, además de la fianza económica, la libertad provisional implicará para Trump que no podrá realizar intimidación alguna sobre cualquiera de las otras 18 personas acusadas o de posibles testigos, lo que podría limitar también su margen de maniobra en las redes sociales.

Además, la fiscal Fani Willis ordenó que tanto el exmnadatario como las otras personas imputadas en este proceso se entreguen antes del viernes al mediodía, con vistas a seguir avanzando y que el posible juicio se celebre en marzo de 2024.

Una causa más, y van...

Esta causa se inició formalmente el 2 de agosto, cuando el fiscal especial Jack Smith acusó a Trump de intentar alterar el conteo de votos de las presidenciales de 2020 en las semanas previas a que cientos de sus seguidores atacaran el Capitolio cuando se certificaba la victoria de Joe Biden, el 6 de enero de 2021.

Paralelamente, en otra causa que se instruye en Miami, Florida, un tribunal federal lo acusó en junio de "retención de documentos clasificados" y "obstrucción de una investigación federal" por haberse llevado cajas llenas de documentos oficiales de la Casa Blanca al dejar la presidencia.

En tanto, en marzo, Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser acusado formalmente después de que un tribunal del estado de Nueva York lo inculpara por fraude fiscal en relación a pagos no declarados para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels, con quien tuvo una relación extramatrimonial, para que no perjudicara su candidatura presidencial en 2016.

Pese a los diferentes frentes judiciales que afronta, el expresidente aspira a un segundo mandato en la Casa Blanca y es el principal candidato del Partido Republicano para los comicios del 5 de noviembre de 2024, con sondeos muy favorables, y de paridad respecto del demócrata Biden, quien buscará la reelección.