Mensajes que corrieron en distintas partes del país, casi calcados, relatando saqueos que hasta el momento no existían. O advertencias por WhatsApp: "vecinos, cierren y guárdense, van a venir a saquear, ya arrancaron por... (un barrio cercano)". Las redes sociales, sumando imágenes falsas, incluso de otros países, dándolas por ocurridas "recién". Personas que recorrían arterias comerciales entrando negocio por negocio con el mismo alerta, como se comprobó en la ciudad de Córdoba, y en la de Buenos Aires, en las zonas de Avellaneda y Once. En algunos lugares (ocurrió en La Plata y ya está hecha a denuncia, también se vio en Moreno) eran efectivos policiales los que les decían a los comerciantes que no podrían garantizar su seguridad. Y, finalmente, como una profecía autocumplida --y bien adobada-- comercios atacados con distinta magnitud de destrozos, 94 personas detenidas en el Conurbano, un herido de arma de fuego. Luego los medios, repitiendo en loop los ataques durante todo el día, armando un "Mapa del saqueo en la Argentina". Todo ese cóctel denso que conecta con épocas oscuras del país marcó estos días preelectorales. Comerciantes, referentes territoriales, intendentes, permanecen en estado alerta, y hay despliegues policiales especiales ante el temor de que por la noche se reiteren los hechos de violencia.

Al cierre de esta edición, diferentes robos en banda se habían reportado en Mendoza y Río Cuarto --allí fueron los primeros saqueos, el fin de semana--, y entre la noche del martes y el miércoles, en Bariloche, Neuquén, Cutral Có, y localidades del Conurbano como Merlo, Moreno, Escobar, Morón, Tigre, Pilar, Malvinas Argentinas, Tres de Febrero, José C. Paz, Lomas de Zamora, General Pueyrredón. 

El caso más grave fue en La Reja, partido de Moreno, allí unas veinte personas entraron a un supermercado chino, destrozaron todo, prendieron fuego a un depósito. Una de ellas recibió un disparo de un vecino cuando huía de la policía). 

El tema llegó hasta Washington, donde el ministro de Economía, Sergio Massa, anunciaba que finalmente es un hecho el desembolso de 7.500 millones de dólares del FMI, y que habrá medidas de compensación post devaluación. Consultado sobre el tema en conferencia de prensa, anunció también que habrá reparaciones para los comerciantes que sufrieron robos: "Instruimos a la Secretaría de Industria para que a cada uno de los comerciantes afectados en la provincia de Neuquén, Buenos Aires, Río Negro, Córdoba, Mendoza, que tengan la denuncia realizada y una constatación de las pérdidas, se le haga un aporte no reembolsable, es decir, un apoyo económico de hasta 7 millones de pesos para recuperar el capital de trabajo", informó. 

"El Estado tiene que dar capacidad de respuesta y de protección a la gente de trabajo que fue víctima de un delito", expresó, al tiempo que pidió que "se aplique el Código Penal en su plenitud" para que los detenidos por estos ataques "no entren por una puerta y salgan por la otra".

Lo falso y lo real

"Falsas denuncias y falsas imágenes", calificó ayer el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Venía de una reunión con intendentes que ya estaba agendada pero que cambió urgentemente de tema central, con las descripciones territoriales que llegaban desde las distintas secciones: Que muchos comerciantes cerraron temprano. Que otros atendieron todo el día con las persianas bajas. Que en los supermercados chinos estaban aterrorizados. Los desmanes relatados eran protagonizados por "grupos más bien marginales", "pibes que conocemos a sus padres y nos votan a nosotros", "movidas más bien espontáneas, caseras", relataban los intendentes peronistas. No veían el accionar de punteros ni una bajada macro al territorio. Más bien un efecto contagio, un clima enrarecido que terminó alentando, efectivamente, distintos hechos de violencia. 

El gobernador habló después de monitorear la situación, con Berni a su lado, en el Centro de Comando Operativo en Puente 12, en La Matanza. Contó que desde el fin de semana se recibieron llamados al 911 con denuncias que "resultaron todas falsas", al igual que algunas imágenes que circularon de presuntos saqueos, y que el martes, finalmente, se registraron robos en distintos puntos de la provincia. 

Quién está detrás

Kicillof habló también de lo que transmitiron dirigentes de movimientos sociales: "nos dijeron que los vecinos y vecinas no participaron masivamente de nada de esto, sino que por el contrario hubo muchas escenas de evitar que los grupos con violentos llevaran adelante estas acciones", aseguró. Y, sin dar nombres de responsabilidades políticas, planteó en cambio una pregunta: quién se puede beneficiar o quién intenta beneficiarse con estos hechos, en este momento. 

A diferencia de lo planteado ayer por el gobierno nacional a través de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti --que responsabilizó directamente a La Libertad Avanza como instigadores de los delitos-- desde la gobernación bonaerense no hablan de un armado político partidario. Aunque sí advierten sobre una cantidad de "circunstancias llamativas" relevadas: La sincronización de los hechos al anochecer, el fogoneo permanente desde temprano con denuncias falsas, el manejo de redes, de cadenas fake de WhatsApp, con mensajes bien armados, de una alarma actuada. 

"No tenemos pruebas para acusar. Pero es la profecía autocumplida: Estás todo el día fogoneando que va a haber quilombo, y termina sucediendo", analizan en La Plata. "La pregunta que hizo Axel es central: ¿a quién beneficia que se siembre la sensación de caos después de las PASO, que estemos hablando de esto el día que Argentina consigue un desembolso del FMI que va a traer alivio en una situación muy difícil? Si respondés esa pregunta, llegás a los causantes, o al menos a los instigadores", concluyen también. 

En la misma línea, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, aseguró ayer que los incidentes “no son espontáneos”, aunque aclaró que el Gobierno no cuenta con “datos fidedignos” sobre quiénes los instigaron. Se diferenció así de lo anunciado por la portavoz el martes, poniendo en el centro de la acusación a Javier Milei.

Después de esa acusación, el fiscal Guillermo Marijuan entró en escena: imputó a la portavoz por omisión de denuncia e incitación a la violencia tras los saqueos. Según su razonamiento, si la funcionaria tenía información sobre el origen de los saqueos y no hizo la denuncia correspondiente, incurrió en un delito. Y al mencionar a alguien en particular -Milei- como promotor de los ataques, sin haber exhibido ninguna prueba, incitó a la violencia. 

Los que predicen saqueos

Hasta ahora, sólo una persona se adjudicó la organización de los saqueos: Raúl Castells, quien parece haberse más bien subido a la ola de ocasión, y ya fue denunciado penalmente por instigación al delito. Otros, en cambio, extrañamente los predijeron o los tomaron como bandera por redes. 

Agustín Romo es candidato a diputado de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires. El miércoles a las 2 de la tarde escribió un tuit: "Saqueos en José C Paz: reventaron un local de artículos del hogar y otro de ropa deportiva. Todos los comerciantes están cerrando. Se le prende fuego el país al peronismo". A esa hora no había pasado aún nada, ni en esa localidad, ni en ninguna otra. 

El exintendente PRO de Morón y exesposo de María Eugenia Vidal, Ramiro Tagliaferro, publicó una serie de imágenes de persianas bajas. "Los comercios de Morón bajan las persianas ante rumores de saqueos. Una imagen que no se veía hace años. Después de la vida, la libertad es lo más preciado que tenemos. Hoy el kirchnerismo nos obliga a encerrarnos otra vez", escribió, conectando con prosa poética el 2001 y el aislamiento a la vez. 

La que fue un poco más allá fue Patricia Bullrich: acaso con nostalgia de la gestión de la que fue parte en 2001, salió a pedir, directamente, "estado de sitio".