El Gobierno de Bolivia anunció una campaña para el uso eficiente del agua ante la sequía que azota a varias regiones del país. Adelantó que convocará a una reunión a gobernadores y alcaldes para tratar esta emergencia.

El ministro de Medio Ambiente y Agua, Rubén Méndez, informó que este viernes se lanzará la "Política Nacional del Uso Eficiente del Agua", para "concientizar a la población" en el ahorro del líquido.

Además, dijo que se aprobó un programa para la "construcción de presas grandes en toda la codillera (de Los Andes) para cosechar agua", con un presupuesto de 500 millones de dólares, para el consumo humano y el riego de cultivos.

La sequía también llevó a que los precios de algunos alimentos se hayan incrementado, que para el ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, se debe a una razón "estacional" y por "factores climáticos"

Regiones en emergencia por la sequía

Varias regiones del país se han declarado en emergencia por la falta de lluvias que ha impactado en los caudales de ríos y lagunas y en los cultivos, mientras que la población teme que se registre un racionamiento de agua en los hogares.

En ese sentido, el ministro señaló que en el país no hay "mucho problema" con el agua para consumo humano "excepto en algunas ciudades", por lo que "se va a garantizar" el suministro.

Méndez también confirmó que el presidente del país, Luis Arce, convocará a una reunión del Consejo Nacional de Autonomías "para hablar del tema del agua" con los gobernadores y los alcaldes.

El ministro añadió que la crisis del agua "no solamente es en Bolivia, sino en todo el mundo" debido a la emisión de "mucho dióxido de carbono a la atmósfera" y dijo que la "culpa es de otros países".

Menos agua en río, lagos y lagunas

Por su parte, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) informó del descenso del caudal en la mayoría de los ríos de la cuenca amazónica y no prevé que hayan lluvias en los siguientes días.

El río Pilcomayo, compartido con Argentina y Paraguay y el principal de la cuenca sur de Bolivia, tiene registros menores al año pasado, según el Senamhi.

En el suroeste del país, la falta de lluvias ha impactado en las lagunas cercanas a la ciudad de Potosí, que abastecen de agua a esa ciudad, ante lo que se ha insinuado de un posible racionamiento del consumo.

También se han lanzado advertencias sobre el descenso del nivel del Titicaca, el lago navegable más alto del mundo compartido por Bolivia y Perú, que ha perdido 131 centímetros de agua.

En el Trópico de Cochabamba se reportó que algunos riachuelos y pozos se han secado debido a las temperaturas extremas, por lo que unas 6.000 hectáreas de banano y piña están en riesgo de perderse.