En el día después del homicidio del policía César Carmona, atacado con 13 disparos frente a la sede de la Agencia de Investigación Criminal el jueves por la tarde, hubo manifestaciones de dolor y conmoción social e institucional. Al tiempo que familiares, compañeros y compañeras de la fuerza le daban el último adiós ayer al mediodía, la  fiscalía trabajaba para dar con los autores del hecho y analizaba los datos en relación a diferentes hipótesis que van desde un posible intento de robo -ya que al parecer volvía de hacer adicionales en una financiera y pudo haber sido seguido con intención de robarle-, una cuestión interpersonal o una relacionada con su actividad laboral, dijeron desde el Ministerio Público de la Acusación. La fiscal regional María Eugenia Iribarren se refirió al hecho como un caso "gravísimo" que "tiene características particulares por la víctima, el lugar y el contexto". Y agregó: "No descartamos hipótesis y trabajamos sobre todas las líneas investigativas para dar una respuesta inmediata”. 

Luego de las primeras medidas investigativas realizadas en las horas posteriores al crimen del agente de 50 años que estaba de civil cuando llegaba a su lugar de trabajo en Lamadrid al 500, ayer se conocieron los primeros resultados de la autopsia: el cuerpo presentaba 8 disparos. En tanto, personal policial encontró en la escena del hecho 13 vainas servidas que dan cuenta de la cantidad de proyectiles que descerrajaron desde el vehículo donde se movilizaban los autores del hecho.

Una de las imágenes del día después del homicidio fue la de las vallas colocadas a modo preventivo en el frente de la sede de la Agencia de Control Policial de Catamarca al 1300, en pleno centro de Rosario (ver aparte). Sin embargo, la imagen más dolorosa fue la del último adiós al inspector policial que hacía pocos meses cumplía funciones en la AIC. Desde allí, el jefe de la Unidad Regional II, Daniel Acosta, lamentó la “angustia y dolor” entre los agentes de seguridad. “No puedo expresar más que el dolor, la situación de angustia para el personal policial. Cabe destacar que la fuerza no tiene miedo, tiene angustia, preocupación y la responsabilidad y obligación que les toca de ponerse el uniforme todos los días”, dijo en Canal 3.

En el marco de la investigación, ayer se pudo saber que el fiscal de Homicidios Dolosos Alejandro Ferlazzo sigue varias líneas. Una de las puntas tiene que ver con saber si se trató de una cuestión interpersonal, en relación a un ataque directo.

También se busca establecer si el hecho tiene relación con la balacera del 25 de agosto contra la sede de la AIC, cuando una moto descerrajó nueve disparos contra el frente y dejaron una nota: “Nico Camino, Erik Masini y fiscal Ederik dejen de matar gente inocente o sino vamos a matar policías, juez y fiscales”. Por ese hecho se indicó que fue detenido días después un joven de 21 años, y en ese contexto trascendió que cuando fue arrestado mencionó que un preso de Buenos Aires ofrecía 400 mil pesos por disparar contra un uniformado o contra la Agencia de Investigación Criminal. Esa versión no está corroborada en Fiscalía, indicaron ayer. Además, en Canal 3 agregaron que Carmona es uno de los agentes que vio a los ocupantes de la moto implicada en aquel ataque.

También está en análisis del fiscal el recorrido del auto en el que se desplazaba la víctima, y del otro, en el que circulaban los autores del hecho –que fue encontrado a cinco cuadras con una patente que correspondía a un auto de Tucumán, zona donde ayer se hicieron allanamientos–. Se busca determinar si fue seguido desde un lugar donde, según trascendió hacía adicionales, y que se trataría de una financiera céntrica, por lo que se analiza la posibilidad de un intento de robo, con la modalidad conocida como "salidera", ya que se analiza la falta de una mochila.

La que se refirió al caso fue la fiscal regional Iribarren. “Es importante poder esclarecer este hecho, identificar a los autores y ponerlos en el contexto correcto”, dijo en Radio2. “Es algo que afecta no solo a la Policía y la Justicia, sino también a toda la sociedad. Hablamos de cómo impactan las investigaciones y prevención de esos hechos si se ataca a quienes tienen que investigarlos o proteger a la ciudadanía”.

Sobre la situación de violencia en Rosario, la jefa de los fiscales de la regional remarcó que “es compleja y particular”. “En los últimos años se ha ido degradando la situación y las características que hoy vemos son de gravedad, alarma y preocupación. Por eso es que ameritan un abordaje complejo y completo. No sólo desde la Justicia, sino que también desde la prevención y las instituciones en las que se enmarca este tipo de criminalidad. En esta oportunidad que tenemos de un nuevo gobierno, habría que hacer un nuevo planteo de la seguridad, no solo desde el Ejecutivo, sino que también de la Legislatura y ver cómo replantear las instituciones de la provincia para que esto se transforme y bajen los índices de violencia, de homicidios y que también repercuta el trabajo que hace la justicia que investiga, identifica y encarcela, pero que no termina de neutralizar la violencia que vivimos”.