El Fondo Monetario Internacional (FMI) habló por primera vez luego del acuerdo Staff Level cerrado con Argentina y se manifestó en dos frentes, a días de la elección presidencial. Por un lado, fue crítico con las medidas de Sergio Massa para ayudar al bolsillo de la población; y a la vez se manifestó en contra de la posibilidad de dolarizar la economía argentina, la propuesta central de Javier Milei, el candidato presidencial de La Libertad Avanza. 

“La situación en la Argentina sigue siendo desafiante y compleja. La inflación es alta y aumenta, las reservas están bajas y las condiciones sociales siguen empeorando”, expresó la portavoz del organismo, Julie Kozak, en el marco de su habitual conferencia de los jueves desde Washington.

Luego, Kozack, quien también fue vicedirectora del FMI para el Hemisferio Occidental, se refirió a las últimas medidas adoptadas por el gobierno nacional para paliar los efectos de la devaluación con la que el organismo presionó mientras se disputaban las últimas PASO.

Para el organismo multilateral, estas medidas y otras lanzadas en las últimas semanas por el ministro candidato “suman desafíos” a la coyuntura económica la Argentina y por eso las tiene bajo la lupa.

“Estamos trabajando para comprender y evaluar mejor las medidas recientes y la necesidad de acciones de compensación que se puedan tomar para salvaguardar la estabilidad y los objetivos del programa, sin sumar vulnerabilidades", fue el mensaje enviado a través de Kozack.

Luego, cerca del cierre de la conferencia, la portavoz volvió a hablar de los consensos con Argentina: “Es interés del Fondo y de sus miembros seguir trabajando junto con la Argentina con el mayor consenso político y social posible para ayudar a asegurar la estabilidad y la prosperidad compartida para el país”, expresó. 

Los anuncios hechos por Sergio Massa en las últimas semanas apuntaron a contener la escalada inflacionaria, fortaleciendo los ingresos de los trabajadores y de los sectores más postergados: redujo los gastos de compras con la devolución del IVA en los productos de la canasta básica, otorgó un bono de 60 mil pesos a los trabajadores formales más otro de 94 mil a los informales, elevó el piso del impuesto a las Ganancias e impulsa una ley para su eliminación definitiva.

Visto desde el punto de vista político, la reacción del FMI es normal teniendo en cuenta el panorama que se reclamó en el Staff Level Agreement y lo que terminó decidiendo el ministro candidato en cuanto al manejo de la política económica. Desde que se rubricó el pacto, Massa decidió asistir a los sectores dañados por la devaluación que propueso el mismo FMI, y como todo acreedor de presión, el FMI se quejó. 

Cabe recordar que el organismo que conduce Kristalina Georgieva reclamó, tras el desembolsos de 7500 millones de dólares del Staff Level, que el Gobierno tomará la posición de reducir sueldos de la administración pública y, a la vez, achicara el gasto aumentando tarifas de servicios públicos. Desde el entorno de Massa vienen destacando que "la política económica es de Argentina, no del FMI", y que se hará lo necesario para que los ciudadanos más afectados por la situación de la inflación sean contenidos por la ayuda estatal. 

Lejos del experimento Milei

En el marco de la conferencia de prensa, Kozak también fue consultada por la propuesta del candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, de dolarizar la economía argentina. Sobre esto, señaló que una medida de ese tipo "requiere de pasos previos importantes" y no representa "algo que reemplace una política macroeconómica sólida".

Si bien Kozack reiteró que la determinación del tipo de cambio "es una prerrogativa de una nación soberana", señaló que, en caso de realizarse, "es importante garantizar la viabilidad de largo plazo del sistema cambiario que se seleccione".

"La dolarización requiere pasos previos importantes y no sustituye una política macroeconómica sólida", subrayó.

En ese sentido, agregó: "Cuando hablamos de esto con los países nuestra preocupación es que la política macroeconómica sea coherente con una transición ordenada entre tipos de cambio".

Las declaraciones de Kozack se suman a las manifestadas recientemente por el director del Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, quien consideró en una entrevista con el diario El País de España que una eventual dolarización no sustituye la necesidad de "una política fiscal sostenible que lleve a tener deudas no demasiado altas".

En tanto, el exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, afirmó que el organismo "claramente tiene un choque" con la elección del tipo de cambio propuesta por Milei.

"Es un tema que tal vez le preocupa al Fondo porque cree que, en el corto plazo, es muy difícil de implementar y que, además, es un régimen cambiario que tal vez no es el mejor para la Argentina", evaluó el exdirector del organismo.

Esta posición del FMI, según los expertos en seguir las negociaciones con el organismo, es la idea que tiene la administración política de los Estados Unidos sobre el proceso de dolarización. Y no sólo sobre eso, sino también sobre la figura de Milei, al que consideran un outsider peligroso. No es la primera vez que lo expresan de ese modo. El último episodio fue el del embajador estadounidense en Argentina, Mark Stanley, quien en una reunión con empresarios industriales preguntó con preocupación sobre las chances que los ceos le veían a Javier Milei. Es lo mismo que le preguntaron a Massa en sus últimos viajes a Estados Unidos, porque la duda es que nivel de estabilidad podría otorgar un perfil como el del libertario.