El Banco Mundial ajustó este miércoles a la baja la perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto de la Argentina para este año, al proyectar una caída de 2,5 por ciento debida principalmente a los efectos causados por la sequía. A su vez, el documento proyectó para la región en su conjunto un alza del 2 por ciento de la actividad económica.

El organismo de crédito internacional, además de proyectar la evolución del Producto Interno Bruto argentino para este año, pronosticó que habrá un rebote del 2,8 por ciento para 2024 y del 3,3 para 2025. La sequía del campo tuvo un fuerte impacto este año para el mercado interno, provocando la caída del ingreso de divisas por exportaciones y un efecto en la volatilidad cambiaria, que se potenció por el proceso electoral.

Las estimaciones de crecimiento fueron parte de una presentación del Banco Mundial que llevó el nombre de “Conectados: Tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento”. El encargado de dar a conocer el reporte fue William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para la región.

En el documento se incorporaron no sólo datos sobre crecimiento económico sino sobre pobreza y empleo, que volvieron a niveles previos a la crisis sanitaria en los distintos países de la región. Por otra parte, la inflación, excluyendo a la Argentina y Venezuela, se ubicó en un promedio del 4,4 por ciento, una cifra que está debajo de los niveles de promedio de la OCDE.

Consultado sobre si hay riesgo de hiperinflación, Maloney dijo que “es muy pronto para hablar de hiperinflación. Es decir, para hablar de hiperinflación hay que tener más de un 50 por ciento por mes y no estamos en ese nivel. Por otra parte, es razonable continuar resaltando que es importante tener cuentas con disciplina fiscal, y hacer un monitoreo del crecimiento es absolutamente clave para gestionar la inflación para que podamos tener controles fiscales efectivos. No hay alternativa. Esto aplica a la dolarización”.

A nivel global las perspectivas son mejores que hace seis meses, si bien sigue siendo adverso por las altas tasas de interés, bajo crecimiento de las economías avanzadas y la continuidad de perspectivas inciertas para China, según indicó el documento del Banco Mundial.

En el detalle del Producto proyectado para la región para este año, las estimaciones de crecimiento fueron mayormente positivas. Se destacaron las subas de Panamá (6,3 por ciento), Paraguay (4,8 por ciento), Brasil (2,6 por ciento), Bolivia (1,9 por ciento), Uruguay (1,5 por ciento) y Colombia (1,5 por ciento), entre otros. Con números negativos, por el contrario, se ubicarían Argentina (-2,5 por ciento), Haiti (-2,5 por ciento) y Chile (-0,4 por ciento).

Por último, el organismo multilateral resaltó que es necesario que los países de la región le den un mejor tratamiento y busquen ventajas en la economía digital que incluya a los más pobres. En este punto, sobresale que el equipo económico de la Argentina presentó recientemente una propuesta para avanzar en el desarrollo de una nueva moneda digital.

“Las soluciones digitales pueden ser parte de la respuesta, ya que ayudan a complementar las reformas estructurales para aumentar la productividad, mejorar la prestación de servicios para la población y respaldar la eficiencia del gobierno”, dijo el Banco Mundial.

Sobre la posibilidad de aprovechar las tecnologías digitales para el crecimiento económico, se mencionó que “la inversión pública y privada en conectividad digital puede estimular nuevos sectores y empleos, ofrecer nuevas áreas de comercio y aumentar la eficiencia, la calidad y la inclusión de los programas gubernamentales que van desde la educación hasta la extensión agrícola en zonas rurales remotas”.